En casa vivo con una pelirroja, creo. Mi primera sospecha fue en el pasillo. Al oír abrir, me asomé y creí ver un revuelo de faldas que era sorbido por la puerta de la calle. Lo achaqué a las luces y al cansancio. La siguiente fue en el baño, cuando al llegar a casa entré a hacer pis, sonaban aún los últimos estertores de la cisterna. Y había un hedor ajeno, ni mejor ni peor, ajeno. A partir de ahí presté más atención a los sonidos que siempre atribuí a los vecinos. Y a los olores. He hecho inventario sensitivo de los tres meses que llevo aquí viviendo. Y a veces huelo a un perfume que no es el mío; o a café recién hecho, toco, y la cafetera está aún caliente. En alguna ocasión he puesto una tostada y luego han saltado dos. Perplejo, he recogido del tendero un sujetador. He visto en la nevera leche, cuando soy alérgico a la lactosa, o cosas que no recuerdo haber comprado. Las persianas: casi nunca están como las dejo. Encuentro el poto recién regado, libros que nunca leería, la tapa del váter bajada, cosas a pares. Pero la prueba definitiva la tuve anoche. Después de lavarme los dientes con uno de los dos cepillos que hallé, vi empañarse el espejo de aliento. Pero no del mío. No fue frente a mi boca, era medio metro más allá. Luego, al irme a dormir encontré la cama deshecha, las sábanas tibias y un pelo larguísimo del color de la Fanta sobre la almohada. Yo soy calvo. Los de la inmobiliaria me dijeron que era un piso con mucha vida, y es cierto. Ahora lo sé. Está lleno de otra, sólo que no coincide del todo en el tiempo con la mía.
Esta es mi participación en el concurso de Venta de Pisos.
Me hizo pensar en la película Los otros de Amenábar. Me gusta la idea de esa doble vida que se escapa resbalándose en todo momento.
ResponderEliminarSuerte
Ah lo de mi blog y los tres meses me ha dejado mosca, investigaré.
Un abrazo y gracias
Me ha gustado muchísimo el relato, Miguelángel. Redondo, genial. Esa pelirroja con pelo de Fanta... qué bueno.
ResponderEliminar¡Mucha suerte!
Un abrazo.
Pues fíjate que, siendo lo del pelo de Fanta una idea muy buena, una comparación bonita, yo lo hubiera dejado en lo del aliento en el espejo. Es que vas dando pistas, pequeños detalles que revelan una presencia que no es la tuya, pero muy sútiles (la leche en la nevera, el sujetador...) y de pronto la cabellera, de golpe, la pura presencia, algo tan "directo", tan "agresivo" que elimina un poco todo el misterio anterior, que vuelve el relato demasiado brusco. Pero bueno, es una impresión, no tiene por qué ser acertada. En cualquier caso, me gusta. Abrazos.
ResponderEliminarFantástico Miguel Angel, ¡sí que tiene VIDA el pisito este!. Supongo que se pagará a millón el metro cuadrado, porque tanta intensidad de sensaciones y percepciones, no tienen precio.
ResponderEliminarUn lujo todos los detalles que has escrito y un placer leerte, como siempre.
Besos des
demispalabrasylasvuestras.
¡Jeje! Pues a mí me ha encantado, Miguelángel. De cabo a rabo.
ResponderEliminarEl suspense mantiene el interés del lector, intrigado por ver cómo acaba todo.
Te deseo mucha suerte.
Un abrazo.
Don Flores, lo de compartir piso tiene sus inconvenientes, pero si a eso le sumas, que desconoces el hecho cuando compras o alquilas, y que no te da conversación alguna, pues pierde su encanto vivir con otra persona.
ResponderEliminarMuy bien relatado la extrañeza del hecho.
Mucha suerte en el concurso.
Un abrazo fuerte.
PD: Don Flores creo que le falta el logo del concurso.
Perdone usted, soy más despistado... acabo de ver el logo. Todo correcto.
EliminarMei(creo que ya está arreglado), Sara, Delia, Laura, MJ, Don Jarque. Me alegro que lo disfrutarais. Y os agradezco los comentarios.
EliminarLo hago así porque se me han acumulado los agradecimintos en el teclado.
Me parece un relato fenomenal. Por un momento he pensado que podría facilmente dársele otra lectura. Me refiero a que si obviamos para quien concursa, tu personaje, seguramente, estaría sintiendo los efectos de una compra de un piso procedente de un desahucio.
ResponderEliminarEnhorabuena.
Saludos cordiales.
Bienvenido, Juan Leante. Una alegría verte por aquí. Espero seguir viéndote. Interesante y actual esa otra lectura.
EliminarUn saludo, Juan.
Estupendo relato, Miguelángel. Fresco y original, sorprendente en cada esquina.
ResponderEliminarAbrazos
El jurado de este concurso lo va a pasar muy mal para elegir, cada día lo tengo más claro.
ResponderEliminarEste relato es una joyita, Miguelángel. Una pieza cuidada, con una voz que genera empatía con el personaje desde la primera palabra.
Buena apuesta para el concurso. ¡Que haya suerte!
Un abrazo.
Buenísimo, la verdad, y me encanta la interpretación de Juan Leante. Vuelvo a pensar que no me gustaría estar en el pellejo del jurado
ResponderEliminarMe encanta, todos esos detalles que va notando. Este piso tiene mucha vida no hay duda, me encantaría que coincidieran en el tiempo.
ResponderEliminarSuerte en el concurso, va a estar muy reñido.
Besitos
Susana, Pedro, Maite (cuánto tiempo), Elysa, gracias por vuestros comentarios. Gracias por venir, sobre todo.
EliminarAbrazos (un, dos... cuatro, cuatro abrazos)
Me encantó,el relato es precioso.
ResponderEliminarGreen Day es una banda muy famosa de punk/rock :)
Gracias por visitarme !
Hacía que no te veía. De hecho, tenías otro nombre entonces. Me alegra verte de nuevo.
EliminarUn abrazo, Poison Heart.
Miguelángel, te has superado. Es un micro magnífico, con esa enumeración de indicios que nos lleva de la mano hasta la cama. Aunque desde la primera frase ya intuímos el final, todo el texto fluye manteniendo el misterio hasta esa confluencia de vidas distanciadas en el espacio. Yo, que he vivido en muchos pisos de alquiler, estoy repensando algunas hechos a los que entonces no les di importancia. El concurso se está poniendo interesante, aunque yo ya tengo favorito. Un abrazo.
ResponderEliminarMiguelángel, chico, me gusta mucho. Es de esos que acaban saliendo solos cuando tienes la idea. Seguro que fue así.
ResponderEliminarUna pequeña aclaración que espero me permitas y no te moleste. Lo de la lactosa es intolerancia, no alergia.
Espero que haya justicia en este concurso.
Abrazos
¡¡Muy bueno, Miguel Ángel! Me encantó este espacio compartido con fantasmas.
ResponderEliminarSuerte.
Par de abrazos.
Gracias, Mar y cuidado con lo que crees que no ocurre en tu piso, sino al lado...
EliminarQué razón tienes, Xesc, qué razón tienes, no es alergia.
No fue mi intención hablar de fantasmas, aunque hay a quien le ha parecido.
Abrazos, abrazos, abrazos.
Madremíaaaaaaaa, todavía tengo los pelos de punta. Mucha suerte, tesoro.
ResponderEliminarMe encantó tu inventario sensitivo, y es que nos lo desgranas a lo largo de todo el texto. Se puede hacer otra lectura a lo del fantasma y es un desdoble de personalidad. Suerte.
ResponderEliminar¡¡Me ha encantado!!
ResponderEliminarQue bien se lee. La primera frase arranca una sonrisa, pero luego algo se va metiendo en el lector, algo relacionado con el miedo y que te abandona. Venga, suerte con "la casa tomada".
ResponderEliminarEstrella, cómo me gusta verte.
EliminarLa verdad, Adivín, es que yo no escribí sobre un fantasma. Yo hablo de vidas, dimensiones paralelas, no hay muertos en mi historia, salvo las que los lectores quieran ver.
Eva, qué me gusta verte por aquí, sobri.
Gracias, Ximens. Es un placer siempre tenerte en casa.
Muy bueno. Otro más. Más dificil todavía. Suerte.
ResponderEliminarUn saludo indio
Mitakuye Oyasin
pues yo lo he leído con una sonrisa en los labios. Me ha recordado a "plats bruts". La chica aquella estrafalaria que vivía en el palomar, arriba del piso de los chicos, y utilizaba el baño y la cocina cuando le rotaba ¿te acuerdas? me parecía entrañable.
ResponderEliminarMu xulo. Besos.
Deo
Gracias, David, por compararme con los que corren por ahí. Los he visto muy buenos.
ResponderEliminarDeo, ves? si es que hay tantas lecturas como lectores/as.
Dos abrazos.
Acabo de verlo. ¡Enhorabuena, Miguel Ángel! Disfruta del premio.
ResponderEliminarY como no me deja comentar en el de Esperas, decirte aquí que me ha gustado mucho ese juego de ahora espero yo, ahora tú, hasta llegar a ese encuentro.
Abrazos, muchos.
Gracias, Lola, maestra (en lo de escribir, y en lo de ganar). Pues vaya con Las Esperas, ya hablaré yo con ellas en cuanto llegue...
EliminarUn abrazo, Lola.
Me gusta mucho el relato, y más que no sea un fantasma, los fantasmas, que yo sepa, no usan el váter ni dejan las sábanas tibias. Enhorabuena de nuevo.
ResponderEliminarMuy buena apreciación. Fíjate que yo no había caído. Y mira que yo conocí a un fantasma que ni hacía pipi, ni calentaba ni na.
EliminarMuchas gracias, Elisa. Me motiva mucho verte por aquí. Un abrazo.
Gran micro, microángel! Merecido ganador!
ResponderEliminarGracias, Pablo, es un gusto verte por aquí.
EliminarUn abrazo.
Me ha gustado mucho!! Y no sólo porque lo he leído despues de saber que había ganado un certamen... Me ha transmitido esa paz que te da a veces gente que ni siquiera ves, pero que sabes que estan ahi... Enhorabuena de verdad, por escribir el relato y por el premio merecidisimo.
ResponderEliminarMoi, que bien que te manifiestes tú también. Igual que tú dices: sabes de gente que está aunque no la veas...
EliminarUn abrazo grande.
Enhorabuena Miguel Ángel. Tu texto me ha recordado el cuento "Casa Tomada" de mi admirado Cortázar. También me viene a la memoria la película "Los Otros".
ResponderEliminarNo me esperaba para nada ganar el segundo premio. Fíjate que hasta entendí mal las condiciones del concurso. Creía que eran trescientos caracteres como máximo, cuando en realidad son hasta trescientas palabras. Cuando vi tu texto y el del tercer premio pensé ¿cómo pueden ser tan largos?
Gracias, Sol, por venir. Cosas parecidas me han pasado a mí a veces, digo con las bases de un concurso.
EliminarSaludos.
Genial! coon razón el premio.
ResponderEliminarUn abrazo!!
Gracias, Juanlu, cuánto tiempo sin verte por casa...
EliminarUn abrazo, artista.
Pero bueno, yo siendo del gremio inmobiliario y no me entero que hay un concurso... De todas formas ,no hubiera superado tu relato, muy bueno Miguel Ángel.
ResponderEliminarUn abrazo
Me gusto mucho.. la manera en que vas dando información y uno se va imaginando el recorrido por la casa, en el hallazgo de cada prenda... No lo asocie con vida de otro tiempo, sino con algo como que era la vida de un recien casado.. jejejej...
ResponderEliminarExitos y sigue adelante!