viernes, 28 de octubre de 2011

YO, CACA

Nací a las nueve y cuarto de la mañana porque el señor que paseaba a mi padre, un Golden Retriever precioso con premios y todo, abría su tienda a la diez de la mañana después de haber trasnochado. Así que no podía nacer más tarde, ni más temprano. De mi padre nunca más supe, allí me abandonó y, si te he olido, no me acuerdo.
Desde ese día mi vida ha transcurrido en la calle, prácticamente. Por eso, he visto de todo. He visto robos, atropellos, peleas, besos con lengua, bomberos… Hasta una manifestación que, para suerte mía, no fue muy numerosa y no tuvo que utilizar la acera. Yo, que no soy estúpida, siempre he notado cómo la gente me mira, cómo me evita. Siento sus desprecios y su falta de delicadeza, porque una tampoco es sorda. Ni de piedra, de momento. Ya quisiera yo, que sé que a más de una la exhiben en no sé qué museo paleontológico con cámaras de vigilancia, y hasta les ponen un guarda de seguridad y todo, y sólo porque se han hecho fósil, dicen; a saber.
Yo, la verdad, es que he sido siempre muy conformista, muy alegre; toda de Dios, que se dice. Pero desde lo del atropello todo son achaques. Hasta entonces tuve varios intentos, que quedaron en eso, sustos tremendos que te van mermando, porque tu integridad física se ve en peligro. Y claro, quieras que no, algo te tocan. Pero la vez que ocurrió, sí. Con ese pisotón se fue una parte de mí. Me dejó secuelas. O más bien, se las llevó. Con el accidente mi carácter cambió y mi diámetro también; se vio incrementado de quince a treinta y dos centímetros, el doble, y ahí sigo. Y no fue mayor porque el despistado era joven y supo mantener el equilibrio, sino igual ya no estaría aquí, o al menos no tanta. Lo mismo me tendría aun untada en el abrigo metida en una bolsa de plástico de supermercado, a la espera de que alguien nos llevara a la tintorería. Ay, sin duda, desde que me pisaron no soy la misma, ni física, ni emocionalmente, en serio.
Como veis, una vida de mierda, rastrera y efímera. Ahora sólo me queda esperar que, en el final de mis días, un buen barrendero me lleve. O una tormenta, de esas que arrasan con todo, me arrastre hasta donde buenamente pueda, y me desparrame sin tener que dar cuentas, ni ella ni yo. Porque no creo, la verdad, que un escarabajo pelotero, con lo que escasean por estos lares, pasara un día por aquí, me hiciera objeto de sus deseos y empujes y, amontonándome de nuevo, me llevara rodando a ver mundo.


Para que no se diga que siempre escribo triste. Aunque no sé si pensará lo mismo la protagonista de esta breve biografía.

martes, 25 de octubre de 2011

Beso ajeno

Mi primer beso en la boca fue en un tren que nos llevaba muy lejos. Y no lo di yo. Fue una chica con pelo larguísimo, pantalón acampanado, poncho de dos colores y una risa como de artista. Él, era normal.
Mi madre me chistaba para que dejara de mirarla, pero no podía parar de hacerlo mucho rato seguido. Al final me pidió que le ayudara a contar los postes de luz que veíamos pasar, como si fuera importantísimo para ella. Yo le avisé de que sólo sabía contar hasta cincuenta, pero me dormí mucho antes.

Este relato fue seleccionado en el IV Certamen de relatos breves RENFE, en mayo de 2010.

sábado, 22 de octubre de 2011

LOS LLANTOS

Ilustración de Juan Luis Lòpez
Dice la canción, “cuando llegaron los llantos, ya estabas muy dentro de mi corazón”. Y así fue. Llegaron y se instalaron contigo. Los llantos inundan mi casa. Y tengo que salir buceando por una ventana para no ahogarme sin que nadie lo sepa.
El corazón, que es como una de esas conchas con un cangrejo dentro, me lo voy a sacar del pecho. Voy a ponerlo al sol, para que se seque. Y cuando sea una caracola sin vida, sin ermitaño, ni carcelero dentro, lo devolveré a su sitio. Entonces, se escuchará el mar en lugar de los llantos. Lo juro.


Con este relato participo en el concurso de relatos de ICD (Institut Català de les Dones). Ánimo, hay tiempo de participar hasta el día 30.

jueves, 20 de octubre de 2011

Mesa compartida

Cuando la camarera me ha traído la cuenta, me he sorprendido. Me ha explicado que ha sumado también lo de mi madre, que se lo ha indicado antes de marcharse. Entonces me he acordado de la mujer entrañable, de pelo blanco y mirada astuta, que ha merendado junto a mí en esa cafetería abarrotada. No he puesto objeción, he pagado y he salido. Ya en la calle, he pensado que no ha sido caro. He pagado diecisiete euros por la ilusión de haber merendado otra vez con mi madre, cuando hace tanto que la perdí. Y eso no tiene precio.

Con este relato he participado en el concurso EURO-PA-LABRA del mes de octubre. Y ha sido colgado en su blog

martes, 18 de octubre de 2011

FEBRIL

Eso no pertenece a mi jurisdicción, le oí decir a través de la pared. Yo continuaba acostado por un catarro perruno. No quería salir, no necesitaba comer. Él, que era abogado, trabajaba en casa y su despacho estaba junto a mi cama. Está bien, haré lo que pueda, dijo, espero que el fiscal no sea muy impertinente. Yo era incapaz de comprender todo lo que decía. La fiebre seguía subiéndome sin parar. Me notaba arder como si me hubiera tumbado al sol tres días seguidos. Colgó. Se asomó al cuarto y encendió la bombilla. No habrá premio si no te levantas, me dijo. Para entonces me sentía como si me estuvieran haciendo una reforma por dentro. No podía moverme. Abrí los parpados. Para mí era imposible hablar. Así que, lo único que pude hacer, con mucho esfuerzo, fue soltar un débil guau, que casi no se entendió.

Un relato mío ha vuelto a ser seleccionado en el Concurso de Abogados, el del mes de septiembre, este. En negrita, las palabras obligadas.

sábado, 15 de octubre de 2011

Regreso

Foto propia
Oí su voz antes de llegar a verla. Cuando apareció casi no la reconozco. Habían pasado muchos años, y no la había vuelto a ver después de muerta.
Enviado, sin éxito, al concurso Pompas de Papel de este año.

miércoles, 12 de octubre de 2011

Paso página

Foto propia
Ya he pasado página. Es mi primera primera página. Es como la primera vez que me afeité, o mi primer grano, mi primera acampada, mi primer amor, mi primer beso, mi primera… Ya nunca más habrá otra primera. Primera sólo hay una, la primera. El resto es segunda, tercera, cuarta y otras muchas que vienen después (y que ya se irán viendo a su debido tiempo. No me gusta avanzarme.). Lo cierto es que estas irán llevando más y más lejos a la primera. Como los recuerdos, que de los primeros ya ni me acuerdo. Hasta ahora no había nada más que una y estaba delante de todo, pero ya hay dos. La primera, en contra de lo que siempre ocurre en todo, sobre todo en las carreras, ha quedado detrás de la segunda. Mi INAUGURACIÓN, mi Transformaciones y mi Besos sin ruido han sido desplazados y están detrás. Ahora son “Entradas Antiguas”. Ya. Y me da una penita...
Voy a ver si pienso algo para traer, aunque sean únicamente sus títulos, a la segunda página, que ahora es esta, la primera. Algo se me ocurrirá. Mientras tanto, gracias de corazón y de cabeza a todas (que sois la mayoría) y a todos (que también somos buena gente).

martes, 11 de octubre de 2011

Brevedad

Nací la madrugada pasada, instigado por mi madre que daba empujones. Al amanecer, con el canto del gallo, vivía turbado la adolescencia. Fue la primera vez que me sentí solo, y contra todos. Conocí a la que compartiría conmigo el resto de su vida cuando el sol comenzaba a calentar. A mediodía presencié el parto de mi hijo y el entierro de mi padre, como si fuera una carrera de relevos de vida. Por la tarde fui feliz hasta la muerte de mi madre, la segunda vez que me sentí solo. Y ésta vez contra nadie. Poco después nació mi nieto, pero, por suerte, no hubo relevos. En el ocaso, con la luz, se fue mi mujer. Fue la tercera y última vez que la soledad vino a mí. Y ya no me ha abandonado. Con la noche cerrada he hecho recuento de todo lo que al final no hice.
Vivir es tan breve que ahora, que ya es casi media noche, aún siento el frío del acero que me cercenó el cordón umbilical.

A Laura (http://www.demispalabrasylasvuestras.blogspot.com/), por su pequeño gran detalle de la semana pasada.

domingo, 9 de octubre de 2011

RAROS

Cuando les conté que Julita tiene en su casa una percha con cara de payaso, un joyero musical con una bailarina dentro y una alfombra de piel de tigre, enmudecieron un momento y se miraron. Papá se puso nervioso y mamá se disparó. Me prohibieron volver a jugar con ella. Lloré. Y no dejé de hacerlo mientras ensayábamos el número del forzudo, la mujer bala y la niña de goma.

Yo en realidad apostaba más por este otro. Mira tú.

sábado, 8 de octubre de 2011

Tu única función

En este teatro nuestro, a ti siempre te tocó hacer de protagonista, de primera bailarina; a mí, de payaso, de bufón. Y ahora, que el telón ha caído, yo tan sólo habré de quitarme el maquillaje; tú, ni tan siquiera hallarás cómo bajar del escenario.
Relato que acaba de obtener la 2ª mención del jurado en el mes de septiembre de microficciones.ar.com. El micro debía ser inspirado por la imagen de arriba. (Jolín, voy a echar a la loteria).

jueves, 6 de octubre de 2011

DOS RUMBOS

Me llamo José Ramón y en la década de los sesenta fui miss España. Me callo el año para no dar más pistas. Actualmente soy parte de la junta directiva de una importantísima empresa indoeuropea, de la que tampoco voy a dar más datos. Y llevo bigote. Cualquiera que se fije en mí, nunca lo diría. Que fui miss, digo.

En la infancia, cuando jugaba con mis primas, yo siempre pedía ser la reina, o la princesa, o la protagonista: la más guapa, en cualquier caso. Algún día seré muy bella, sentencié un día iluminada. Y me miraron como si acabara de decir que caminaba por el techo a oscuras. Anda, soltó la mayor, con esa nariz y esa frente no vas ni a ser mona. Bueno, mona sí, corrigió la otra antes de mearse de risa. Toda la niñez la dediqué a prepararme para ello. Y lo conseguí. Ya sé que suena un poco a cuento de Andersen, pero es real.

Con mis primas, claro está, dejé de verme. Durante mi año de reinado fui a todas las inauguraciones, a todas las recepciones a las que era invitada como la más bella de ese año. Me harté de conceder entrevistas y responder a cosas repetidas, aburridas y sin sentido. Pero en una de ellas alguien me preguntó sobre lo que pensaba hacer con mi futuro. Estábamos en un programa de televisión muy de moda entonces. Hice una pausa y pensé hacia dentro, más que nunca en mi vida. Levante la cabeza, busqué mi cámara y contesté con aplomo: algún día me gustaría vivir cómodamente, sin tenerme que mirar al espejo a cada rato. Poder vivir sólo de mi cerebro.

Entre el público del plató alguien rió de forma estúpida, eran los años sesenta y por entonces se reía tontamente. Pero en ese momento había tomado la segunda decisión más importante de mi vida. Me quité la corona, que estaba obligada a llevar continuamente, y poniéndome en pie la estrellé contra un foco, haciéndola trizas. Me quité los zapatos que me estaban matando hacía tres lustros. Uno lo dejé sobre la mesa, el otro se lo lancé a la de la risa estúpida que justo dejó de sonreír en ese momento. Y salí andando lentamente ante el silencio desconcertado de todo el mundo. Luego, me hice gestor y me dejé bigote.

Este relato en su anterior vida se tituló PERSEVERANCIA.
Va por ti, Lola.

lunes, 3 de octubre de 2011

DEMASIADO TIEMPO

-¿Tú crees que en este Jardín Secreto hay ninfas, duendes y todo eso?
Dijo de forma inesperada desde el tronco donde estaba sentada. Yo, con los pies en el agua, dejé de mirar al firmamento abstraída, para mirarla a ella desconcertada. Por no inquietarla, le resté importancia volviendo a mirar el cielo.
-Claro que los hay, por todas partes –contesté-. Lo mismo que hay personas, ¿no es así?
Un tanto molesta, contestó:
-¿Por quién me tomas? De eso no hay duda. La humanidad es rotunda. Y siempre huele a peligro antes de que llegue.
Eso me tranquilizó. Ella, sin más, añadió:
- Bueno, por esta noche me retiro, estoy agotada.
Mientras la miraba ponerse en pie con dificultad, pensé que la eternidad era demasiado tiempo para cualquiera.
-Candelaria –le dije por último-, tu varita, que te la dejas entre las calas.


Entre los relatos que habían quedado fuera en el I CERTAMEN DE RELATO CORTO JARDINES SECRETOS 2011, han seleccionado ocho más para la edición que van a publicar en papel. Entre ellos, este. Jo, al corazón le he tenido que hacer una tila y acostarlo un rato.

Ave Feli

En la boda, la tía Feli estuvo llorando hasta que volvió del lavabo. De allí traía un brillo en la mirada, como de orgullo contenido, y una manchita roja en la pechera. Detrás llegaron los gritos, el escándalo y finalmente, la detención. Al novio, el colombiano al que meses atrás conoció la tía Feli aprendiendo a bailar la cumbia y que, para sorpresa de ella, acababa de casarse con esa sobrina a la que nunca veía, al pobre, se lo llevaron en el coche del padrino, junto con el pene conservado entre cubitos para el gintonic. La policía tuvo que pedir refuerzos para llevarse a la tía Feli: no sabían por donde coger ese revuelo de uñas, raso, escupitajos y palabrotas. Al día siguiente, le asignaron un abogado de oficio que, desde entonces, se le aparece en sueños vestido sólo con un birrete y dando golpes de martillo.

La primera vez que participé en el Concurso de Relatos sobre Abogados fue el julio pasado con este relato. No fue finalista. En negrita las palabras obligatorias del mes.

domingo, 2 de octubre de 2011

LA CIMA

Yo he visto algún dibujo de estos en un programa de sexología. Y anoche lo vi en la cama.
Subimos la cuesta cada uno por un lado. Y, aunque de vez en cuando nos miramos para coordinar nuestras alturas, a veces jugamos a darnos ventaja y otras a adelantarnos. Cuando llegamos a lo más alto y los dos vértices se superponen, te miro y me miras en un beso de cíclope, que diría Cortazar. Yo, ahora sí, resuelto a engullirte, empiezo por la boca, que te dejas comer. Pero antes de llevarlo a cabo, voy venciendo mis mandíbulas, mis dientes pierden fuerza, y desfallecen con un labio tuyo prendido entre ellos, a medio devorar. Y acabo dándote besitos sin ruido. Como si después de llegar hasta arriba, bajáramos la colina cogidos de la mano bajo el sol, sonriendo, igual que en una película cuyo título no recuerdo.


Este lo escribí hace unos años y ahora veo que lo de besar sin ruído ya venía de lejos.

sábado, 1 de octubre de 2011

Besos sin ruído

Tengo un jardín secreto al que llego corriendo cuando quiero. Está lleno de flores, que huelen como las madres, y de árboles altísimos, con rincones oscuros en los que me escondo. Un camino de piedras blancas me lleva hasta un palacio precioso. Ahí viven todas las princesas de los cuentos, los que me sé y los que no. Al lado hay un estanque de agua donde me miro. En él vive un cisne blanco. Grande y fuerte. Es una mamá cisne con un hijo pequeño, al que cuida y da besitos sin ruido, todo el tiempo.
Cuando oigo un portazo, abro los ojos y papá ya se ha ido. Yo busco a mamá y está en el suelo llorando, sin moverse. No digo nada y la abrazo mucho rato. Le limpio la carita con las manos. Y le voy dando, por los ojos y todo el cuerpo, besos y besos sin ruido.

Este relato, finalmente, en el I CERTAMEN DE RELATO CORTO JARDINES SECRETOS 2011, ha obtenido una MENCIÓN ESPECIAL del jurado.¡Toma ya!