sábado, 27 de junio de 2015

Calendario de la IM 2016

Imagen de Christian Pereira
GRIFERÍA
Se pasaba la vida hablando de ellos. Que si este tiene una curva preciosa, que si el otro cierra como ninguno, que vaya zapata gasta, que si qué manija tan ergonómica, que mira que chorro más divino echa... Era obsesivo. Engrifó nuestra relación y llegó la ruptura. Ya ha rehecho su vida. El otro día coincidimos en una fiesta. En un aparte me contó que esta nueva pareja le ha hecho cambiar, que debí tener más paciencia, que ahora es otra persona. Pero yo sé que no, le conozco demasiado, reconocí enseguida esa caída de ojos suya, como de grifo que gotea.

MI SED TUYA
Desde que me levanto voy bebiéndome los grifos que encuentro en el camino. Al llegar la noche, sin una sola llamada, hago recuento. Y apenas he saciado la sed que me dejaste en los costados.

REWIND
Te envío esta fotografía de su mesa, para que veas cómo está. No está bien. ¿Recuerdas lo de las bombillas?, pues ahora, con los grifos. Los abre y los cierra, y los desmonta y los monta, para cerrarlos y abrirlos de nuevo. Está empeñado en cambiar la lógica de la rosca y conseguir que el grifo abra hacia la derecha y cierre a la izquierda. Como si con ello consiguiera demostrar, fíjate, que las cosas pueden ir al revés; o para atrás, como en una película si le das al “rewing”. No, no lleva bien que te fueras.

Las tres propuestas que presenté en el mes de mayo para el concurso que la Internacional Microcuentista lleva a cabo durante todo el año para la elaboración del Calendario Microcuentista 2016. En este caso la foto en la que había que basarse era esta, de Christian Pereira. Aún estás a tiempo de participar en el resto de meses, si te apetece.

sábado, 13 de junio de 2015

La Niña Plegada


Salió, sigilosa, a estirar las piernas y se entretuvo en recorrer con el dedo el contorno de luz del pueblo. Sus padres se lo tenían prohibido. Solo cuando la llevaban lejos de las miradas de todo el mundo, le permitían extender las extremidades en toda su plenitud. Entonces, ella aprovechaba para otear más allá de las montañas y jugar con cometas y globos fugados, incluso con alguna que otra ave de paso, mientras sus progenitores sonreían vigilantes desde abajo. Tampoco perdía la ocasión antes de irse, de recoger alguna nubecilla extraviada con la que preparar sorbetes de consuelo al llegar a casa, cuando volvía a plegarse. 

Relato que este lunes pasado resultó finalista junto a otros dos, uno de Silvia Páramo y otro de Álvaro Botija. Fue este último participante el que pasó a la Final Mensual de junio. Ojalá vuelva a batirme con él, que aún quedan dos plazas, si no me equivoco, para esa final. Ojalá. 
Mi enhorabuena a los dos.