sábado, 25 de mayo de 2013

El 18 de mayo de 2013


Hace exactamente una semana. Y todavía me emociona o sonrío recordando. Ha sido muy grande. Muy grande. No voy a hacer una crónica de todo lo acontecido, ya se han escrito varias estos días. Y gente que lo hace mejor que yo. Yo quiero hablar de mí de pecho pa dentro.
Cuando me preguntan por aquí, a veces digo: fui a por aceite y me traje un olivo. Y es que me he cargado con mucho más de lo que fui a buscar. Y esto se contradice con lo que digo ahora y es que me supo a tan poco. Me faltó tiempo para todo. Estuve con muchos, pero poco. Pude haber estado mucho con pocos, y me habría venido con la misma sensación, con la de que se paró la noria cuando aún no me había acostumbrado al gustito en el estómago. Recuerdo la llegada sobre todo, fue tan emocionante identificar a la gente.  Éramos como niños abriendo regalos en reyes, hasta descubrir quien había detrás de cada rostro.
Lola, la cerveza y yo
Estuve con Lola, la grande, y fue uno de los regalos que me llevé conmigo. Quien me conoce, lo sabe. Me gustó mucho encontrarme con Manuel Rebollar, tan abierto;  con NiñoCactus, el dulce; con Paloma Hidalgo, vital ella; Artepún, tan seriamente gracioso; Juanlu, que estaba en todas partes; Ana Crespo, encantadora, Puri Menaya, agradable como nadie; Alberto Corujo, tan Alberto Corujo. Rubén Rojas y su labia. Recuerdo a Victor Lorenzo, entre simpático y formal; a Pedro Peinado, tan como escribe; a Herrero, con lo que sabe; a Ernesto Ortega, otro grande. Miguel Ángel Molina y su apretón de manos. Elisa De Armas, que me invitó a luchar. Claudia Revello y su caramelo (vamos, que me dio uno, no es otra cosa). Mercedes Daza, tan alegre. Miguel Ángel Page y Nacho Rubio, encantadores a diferentes ritmos. A Beatriz Alonso y nuestro pasado. Manu y su final.
Al tímido Negreira, que sufre mi tuneado. Yo me traje el de Francesc Barberà sobre una ilustración de Riki Blanco, que me tocó sin hacer trampas. 
Tuneado de Francesc Barberá.
Disfruté de los ojos de Elysa Brioa, de la conversación de Rosana Alonso, de la paz que emana Fortunata. De la simpatía de Ana Vidal. De la de Acuática. Contentísimo de charlar y sonreírme varias veces con Ana Puck, con Maite Garcia, Mei Morán y Angeles Sánchez. Me supieron a poquísimo los raticos con Don Jarque, con Rosa Martínez, con Laura Garrido, con Maria José (MJ), con Elena Casero. Pregunté por ti,  Sara Lew.
Feliz de reencontrarme con Petra Acero, con Ximens y Saly, con Esperanza Temprano, pero con los que apenas luego hablé. A los de La Simbomba (Xavi, Susana, Mónica, Fer y Xesc), apenas si los vi. Miento, los disfruté en el teatro, ahí los tuve bien cerquita.
Lo lamento por la gente a la que no llegué a saludar, por la que no llegó a saludarme. Por la que, con o sin saludo de por medio, ahora olvido mencionar. Pido perdón.
Creo que estoy triste aún. Y es que no sé si lo estoy o lo creo. Tengo una penilla, como de telaraña sin consistencia. Sé que se me irá pasando a medida que pase un año. Lo sé.
Y es que a esto se suma, y tampoco se me va de la cabeza y no ayuda, que en Eurovisión quedamos los penúltimos. 

jueves, 16 de mayo de 2013

DESPEDIDO


Salí a la calle llevando en la mano la carta de despido. Fulminante. El motivo, según el despedidor de Recursos Humanos de mi ex-­empresa, fue por blablablá. Una vez fuera, no supe qué hacer, a quién acudir. Antes de ir a casa y decírselo a mi mujer debía pensar bien cómo hacerlo, me lo venía advirtiendo hacía tiempo y yo, optimista por naturaleza, no quise escucharla. A mi hermano, no podía ir, el día anterior no le había cogido el teléfono porque supe que era para que le ayudara de nuevo a pagar el alquiler. Podría haber ido a ver a mi cuñado y contarle, pero no quise agobiarlo, lleva cuatro años en paro y ya no sabe por dónde tirar.  A mis padres, con lo de mi hermano, mis sobrinos y un par de vecinos a los que también ayudan con su pensioncilla, tienen suficiente. Pensé en decírselo a Pedro, pero ya bastante llevaba con la carta de desahucio que le llego días atrás. A Luis, con la riña que le eché cuando supe que iba a buscar comida de madrugada a los contenedores del Carrefour, menos. Y a Alfredo, que no lo llaman del hospital para lo de la prueba urgente del corazón, ni hablar. Y sigo sin saber qué hacer. En casa ya deben estar preocupados. Y tarde o temprano tendré que volver. Han pasado ya tres meses desde la carta.

Esta es mi tercera y última aportación en esta Primavera de Microrrelatos Indignados 2013. Gracias de nuevo a Miguel Torija, de LA COLINA NARANJA, a Rosana Alonso, de EXPLORANDO LILIPUTAnita Dinamita, de RELATOS DE ANDAR POR CASA y a Rosario Raro, de PLIEGOS VOLANTESpor toda la implicación y buen hacer. Felicidades por el éxito. Y hala, a preparar la tercera (que ojalá fuera imposible por falta ya de indignación).

sábado, 11 de mayo de 2013

En La Calle Pez

El próximo 18 de mayo coincidirán tres hitos en la historia de la calle Pez. Y en la mía propia. En mi historia, no en mi calle. A saber: 

UNO: La presentación del libro de Talentura.
Portada del libro
DOS: La III Microquedada Relatista, en el Mesón de León. 
Logo del encuentro
TRES: La representación de Anda QueNo Te Quiero, en el Teatro Alfil de la misma calle. 
Cartel de la obra
Y yo me pregunto, con asombro, como durmiendo hacia atrás, ¿habrá sido cosa de La Familia, que todo lo alcanza?, ¿del comité organizador de la quedada y su padrino?, ¿del amor, que al final si va a ser cierto que mueve montañas? Parpadeo, la razón me vuelve, y concluyo que es sólo la buenaventura la que ha hecho posible esta divina trinidad literaria en la calle Pez. Y en mi vida propia.

domingo, 5 de mayo de 2013

Sonrisa de lápiz


Foto Casera
Se dibuja una sonrisa mellada inmediatamente en su cara, mientras sus ojos buscan.
 Mira el imbécil, y encima se ríe —dice uno.
—¿Te ríes de nosotros? —pregunta otro.
Que no, contesta él, pero no se le oye apenas.
—Devuélveme mi lápiz —intenta pedir y se le enredan las palabras.
—¿Qué dice esta cucaracha sin dientes? —pregunta el líder.
Y sin dejar de reír, inicia una retirada sin dar la espalda. Da por perdido su lápiz. Aún no sabe que lo lleva consigo, que lo tiene en el cuello, que por eso no se le entiende, que por eso sonríe, que por eso, todo rojo.

Este es el otro  micro, con el que participé en ReC, y que formó también parte de los cinco  que presenté a Despojos del ReC, la iniciativa de Fernando Martinez, de Espirales de Tinta. Fue el segundo deshechado junto a Del Paso Y El Peso. Despojado, deshechado... Vaya presentación que le estoy haciendo al pobre...