Foto Casera |
Se dibuja una sonrisa mellada
inmediatamente en su cara, mientras sus ojos buscan.
— Mira el imbécil, y encima se ríe —dice uno.
—¿Te ríes de nosotros? —pregunta
otro.
Que no, contesta él, pero no se le
oye apenas.
—Devuélveme mi lápiz —intenta pedir
y se le enredan las palabras.
—¿Qué dice esta cucaracha sin
dientes? —pregunta el líder.
Y sin dejar de reír, inicia una
retirada sin dar la espalda. Da por perdido su lápiz. Aún no sabe que lo lleva
consigo, que lo tiene en el cuello, que por eso no se le entiende, que por eso
sonríe, que por eso, todo rojo.
Este es el otro micro,
con el que participé en ReC, y que formó también parte de los cinco
que presenté a Despojos del ReC, la iniciativa de
Fernando Martinez, de Espirales
de Tinta. Fue el segundo deshechado junto a Del Paso Y El Peso. Despojado, deshechado... Vaya presentación que le estoy haciendo al pobre...
Por eso me resultaba tan familiar, el día que lo leí me dejo impactada. es muy bueno.
ResponderEliminarBesicos muchos.
Un despojo maravilloso. Duro, cruel; como los niños, como la vida. Besotes.
ResponderEliminarYa lo recuerdo, crudo, crudo Miguel Angel, no deja indiferente.
ResponderEliminarUn abrazo.
Sea como sea la sonrisa, dibujada, forzada, a boca abierta, ^------^ queda muy bien, je,je,je,je...
ResponderEliminarNo lo conocía me parece duro, pero escrito de maravilla, seguro que al final sonreiste, amigo.
¡Qué gusto me da verte por mi ventana! Esas "cosicas" que me dices, a una futura abuela me sientan muy bien,me hacen sonreír, zagal.
Besicos
Es un micro terrible, lo recuerdo de tus despojos, se siente uno así, como el protagonista, temeroso, acobardado, avergonzado.
ResponderEliminarabrazos
Claro, ya sabía yo que lo había leído. Si no lo he olvidado yo, ni Puri, ni Miguel por algo será, por algo... La calidad de los desechados da idea de la de los elegidos.
ResponderEliminarAbrazos.
Ni Nani, claro, es que como se ha alejado tanto de nosotros :-).
ResponderEliminarDon Flores, recuerdo haber leído varias veces este microrrelato, en Despojos, aquí creo que también, y siempre me arranca esa sonrisa mellada aún sin entender bien a ese chico tan raro.
ResponderEliminarGenial.
Un abrazo, Don.
Desechado, despojado, a mí me da igual. Me parece un micro muy bueno. Muy, muy bueno.
ResponderEliminarUn abrazo, Miguelángel.
Tú me engañas! No eres el Miguelángel con el que suelo hablar, cenar, reír, discutir y tantos pegos más, vamos, el Migelángel de diario. Tu eres de día de fiesta, de ocasión especial... de lujo!
ResponderEliminarIn-precionada me tienes. Asín te lo digo, ARTISTA.
Beso gordo y achuchón.
Deo.
Joder, nen....
ResponderEliminarqué duro!! qué miedo!! piel de pollo...
Besitos muchos
Mària.
Huy! Qué gore jajaja
ResponderEliminarMuy bueno.
Besos.
No hace falta,esos trazos de lápiz donde dibujas esta historia mellada igual que la sonrisa del protagonista, no necesitan presentación, lo hace sola.
ResponderEliminarLa verdad es que me he imaginado a un pollo cuando le das mal el golpe de gracia y se queda medio turuleta y me ha hecho gracia. Debo tener hoy un día un poco raro.
Besos de gofio.
con ese lápiz en el cuello, no me extraña que te trabes.
ResponderEliminarAbrazos curativos.