Eso no pertenece a mi jurisdicción, le oí decir a través de la pared. Yo continuaba acostado por un catarro perruno. No quería salir, no necesitaba comer. Él, que era abogado, trabajaba en casa y su despacho estaba junto a mi cama. Está bien, haré lo que pueda, dijo, espero que el fiscal no sea muy impertinente. Yo era incapaz de comprender todo lo que decía. La fiebre seguía subiéndome sin parar. Me notaba arder como si me hubiera tumbado al sol tres días seguidos. Colgó. Se asomó al cuarto y encendió la bombilla. No habrá premio si no te levantas, me dijo. Para entonces me sentía como si me estuvieran haciendo una reforma por dentro. No podía moverme. Abrí los parpados. Para mí era imposible hablar. Así que, lo único que pude hacer, con mucho esfuerzo, fue soltar un débil guau, que casi no se entendió.
Un relato mío ha vuelto a ser seleccionado en el Concurso de Abogados, el del mes de septiembre, este. En negrita, las palabras obligadas.
Un relato mío ha vuelto a ser seleccionado en el Concurso de Abogados, el del mes de septiembre, este. En negrita, las palabras obligadas.
Hola Miguel Angel, ¡¡enhorabuena de nuevo!!. Tu racha de aciertos es imparable, y en cuanto me despisto un poquito ¡zas! : aquí estás de nuevo, con otro seleccionado.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me ha encantado. Al final te arranca una sonrisa socarrona. Qué habilidad la tuya. Mi enhorabuena.
ResponderEliminarFelicidades!!!!
ResponderEliminar¡Muy bueno! Me encanta el final. Eres un genio, yo de mayor quiero ser la mitad de lo que eres tú, tal vez no en esto, pero si quiero esa chispa, esa imaginación,esas ganas de hacer, esa energía, el transmitir...
ResponderEliminar¡Qué bueno eres, leche!
Gracias, Laura. Sí, jobar, me quedé traspuesto, no me lo esperaba para nada. Me puse a bajar y subir escaleras para canalizar mi alegría. Créetelo.
ResponderEliminarJolín, Mar, me has vuelto a sacar los colores (los rojos, en concreto). Gracias.
Gracias, Montse. Y bienvenida a este, tu blog.
Lidi, del alma mía, la tienes, qué te crees, la tienes. Si lo sabré yo.
Mujeres, cuatro abrazos como cuatro lazos.