Obdulia es cántabra. Y circunspecta y acantilada. Pero cuando
ríe, es como si las aves de las Marismas volaran en su cara. Tiene un ojo verde
y el otro azul, y ella ve, claramente, que es por el paisaje. Ella y cualquiera
que la mire y luego observe a su alrededor. Porque enseguida se entiende que el
entorno, con ella en medio, hace mucho. Y a continuación uno no puede, o no
quiere, evitar caer en el precipicio de su persona.
Pero ella, que únicamente ha nacido una vez, de momento, si
volviera a hacerlo, lo que querría es, no tiene ninguna duda, ser miel de esa
tierra del norte, para deshacerse despacio, piensa, en los paladares de los
niños y las preñadas; pero sobre todo, en la boca de labios prietos de un
montañés que solo ella sabe.
Con motivo del XXXIII Anirversario del Estatuto de Autonomía de Cantabria se convocó un certamen en el que se hiciera un homenaje a todos sus ciudadanos a través de los productos y sabores propios de la tierra. Este micro fue seleccionado para aparecer en el libro digital conmemorativo. Clica AQUÍ y podrás descargarte el libro y/o leer el resto de relatos entre los que están el de la ganadora, Raquel Lozano, y muchos otros compañeros de escritura.
Suena bien. Felicitaciones por la publicación.
ResponderEliminarSaludos
Cien por cien sensorial. Me ha encantado, Miguelangel.
ResponderEliminarAbrazos
Con lo de circunspecta y acantilada ya me has ganado. Voy a seguir leyéndote, pero de momento planto banderita aquí. Además, soy una concursera, como tú.
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