Imagen de la convocatoria |
Te miro desde aquí y quisiera hacer que te airearas. Tal cual. Literalmente. Por dentro, sobre todo por dentro, que volaras. Conseguir que fuera la brisa, y no el oxígeno, la que invadiera tus orificios. Que el viento sea y no otros el que te peine por las mañanas. Sí, sería bueno, de una vez por todas, abrir esta ventana de llave custodiada. Que abandonaras por ella esta cárcel esterilizada, ese goteo sin final. Yo pondría, ahora mismo, todo mi empeño en que entrara un huracán sin otra víctima que no seas tú, un ciclón donde el único cataclismo sea tu ausencia. Un vendaval que te lleve, con una risa loca, por encima de las azoteas. Dejando para siempre, como las conchas en la orilla, como un caracol vacío, esa cama sin habitante.
Bella, tierna, delicada, esta prosa poética.
ResponderEliminarUn abrazo huracanado.
No hay nada como un buen viento en la vida y mente para airear y cambiar ciertas cosas, pero claro no solo hay que desearlo sino hacerlo.
ResponderEliminarBesos de gofio.
Gloria:
EliminarComo no puedo ponerme en contacto contigo de otra forma, quería decirte que si no comento en tu blog es porque yo no tengo el google + y para comentar el sistema me pide que me inscriba, y no me gusta el google +. Así que te leo pero no te puedo comentar.
Gracias.
Bellísima prosa poética a la que has recurrido para este micro.
ResponderEliminarAhora voy a leerlo con verso incluído.
Un abrazo Miguelángel y gracias por estar cerquita, y ¡que lo pases fenomenal el sábado! y que os echaré de menos.... Beso grande!!!
Muy bueno, Don Miguelángel. Cada vez me gustan más estos micros que son reflexivos, quizás sin giro ni final sorprendente, estos micros que nos hablan de la vida y sus tropiezos. A veces la medicina retrasa un momento inevitable. (Revisa la necesidad de la coma entre "...ahora mismo, todo mi...", para mí que sobra)
ResponderEliminarO le falta una, que ahora mismo pongo.
EliminarGracias, Sr. Ximens