Foto casera |
Ahora eres tú la que llevas casi medio siglo esperando a que suba del patio. Sé que pronto voy a llegar, y verás cuánto y qué poco he cambiado. A partir de entonces, ya no habrá para nosotros más esperas que duren siglos.
De aquella serie de relatos de patio, aún me quedaba éste pendiente. A Xesc, al que tanto le gustó mis patios y a todos los de La Simbomba, que tan buenos raticos me dan.
Muy bien captado y expresado ese paso de gigante que supone dejar la infancia para adentrarse en la adolescencia, donde todo está por descubrir.
ResponderEliminarGran micro, Miguelángel.
Un abrazo.
Todo está por descubrir y empiezas a sospechar que la vida es un poco más seria.
EliminarUn abrazo, MJ
A veces las esperas son necesarias, quizá entonces todo gire con armonía...
ResponderEliminarUn saludo indio
Mitakuye oyasin
Sí, supongo que en su último encuentro todo debe ser armonía a su alrededor. Espero.
EliminarUn abrazo blanco.
Me gustan tus esperas pausadas Miguel Angel.
ResponderEliminarMuy buen microrrelato para esa serie del patio que tantas alegrías nos ha dado.
Como dice MJ, es una paso enorme el tránsito de la infancia a la adolescencia ...muy grande...
Besos desde mis palabras.
Gracias, Laura. El cambio más radical está tras la última pausa, sin duda.
EliminarUn abrazo, para ti y tus palabras.
¡Es muy bueno, Miguelángel!
ResponderEliminarUn micro que ataca directamente al corazón, como un ariete.
Un abrazo,
Gracias, Pedro. Me alegro de que te llegara ahí. Me importa tu opinión.
EliminarUn abrazo (otro, vaya)
Don Flores, es un gran microrrelato éste que juega con el tiempo con gran sutileza. Son pequeños saltos no más.
ResponderEliminarQue el tiempo no desuna lo que el amor entrelaza.
Muy bueno Don, a continuar así.
Abrazos.
Sí, ya he dicho, el más grande, el último, pero es eterno.
EliminarUn abrazo, don Jarque.
PD. Qué gracia, Don, ya te he visto la melena. Qué chocante es poner caras. Otro abrazo, que no se diga.
Gracias por la parte que me toca Miguel Ángel! Eres grande, muy grande!
ResponderEliminarA mi este micro me habla de otro tipo de espera, de una ausencia y de un juego de palabras con el subir y bajar relacionado con tierra y cielo. Es mi interpretación y así te lo hago saber. Ya me dirás...
Un abrazo!
Gracias a ti, Mónica, por tu cercanía.
EliminarSobre el micro, has dado en la diana 100x100 (y a mí que me suena esto...). La última espera la hace ella desde lo más alto. Qué buena eres!
Un abrazazo.
Me encantan las historias de patios, en tu patio el tiempo pasa despacio, pero con ritmo y con mucha delicadeza...
ResponderEliminarMe gusta, me gusta mucho las esperas, si al final tienen sorpresa.
Besicos gran relatitas.
Ah, se me olvidaba decirte que hoy yo ando por La Esfera.
EliminarGracias, Carmen.
EliminarMe gusta mucho verte por aquí, y te agradezco mucho tus comentarios.
Un abrazo.
PD. Voy para La Esfera
Ese "me avisaste" me hace pensar en un cambio fundamental en el tipo de relación, independientemente de la edad que tengan. Aquella tarde en tu patio pasó algo entre los dos, algo que hace que todo cambie: tiempos, deseos, ausencias, anhelos... Ay!!
ResponderEliminarEspero que a ninguno le pase como a Penélope ...con su bolso de piel marrón y sus zapatitos de tacón laraliaalaa laialaaa laalooo.
Beso. Deo
Deo, ese me avisaste venía teñido de rojo.
EliminarUn abrazo, y qtq.
Si veinte años no es nada, cincuenta, casi nada. "Einstein de los Patios ", ese es tu titulo nobiliario ahora.
ResponderEliminarBromas aparte, es precioso.
Un beso.
Antonia
Con que buenos ojos me miráis, Dama de la Tranza Blanca.
EliminarUn abrazo.
Eres un mago de la ternura y la delicadeza. Con ellas expresas muy bien los entresijos del amor suave, del amor callado que no necesita de bombo, ni platillos.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias por tus palabras, Mei. Es mucho menos loco, y no es que sea mejor, pero es el amor que perdura.
EliminarUn abrazo, Mei.
Me parece un micro precioso y muy dulce para hablar de esa espera de él ante los cambios de la adolescencia y de esa última espera de ella cuando por fin él cruce a esa otra vida con ella.
ResponderEliminarDe los de guardar en la memoria, Miguelángel.
Besitos
Elysa, hija, diste en el clavo. En el clavo que yo hinqué, que no significa que no haya otros.
EliminarUn abrazo.
Ese difícil paso en el que ellas nos llevan ventaja y nosotros andamos zorolos, ese sufrir en un mundo de risas, ese mundo que tu dibujas a la perfección y yo leo con gusto.
ResponderEliminarEllas siempre nos llevan ventaja. De hecho, cuando nacemos, ellas ya están.
EliminarEspero tu vuelta, Adivín.
Vuelvo a tu jardín.
ResponderEliminarEntré ayer y salí sin dar portazo, marcha atrás, sin respirar para no perturbar la espera.
Me gustan tus breves encuentros en los jardines. Son muy emotivos. Sí señor.
Desde mi jardín, un abrazo enorme y muchas gracias.
Estoy seguro que si miras entre los geranios que la portera ha sacado a la lluvia, o que si dejas que las nubes pasen... saldrán más historias de este patio para deleite de todos los que pasamos por él a pasar un ratito.
ResponderEliminarEstupendo micro, a la altura del resto de historias de adoquín interior.
Felicidades!
Esta serie de patios va directa al corazón, juega con el tiempo y traspasa con una profundidad que conmueve. Me declaro admiradora pero, sobre todo, "reclamadora": yo pido más. Es mi registro favorito.
ResponderEliminarAbrazos admirados.
Gracias, Xesc, Fernando, Susana. Qué bienestar, tranquilidad, y que empenta da teneros ahí. Gracias, Simbomberos.
EliminarTres abrazos como tres palacios.
Miguelángel, quería venir a felicitarte.
ResponderEliminar¡PRIMER PREMIO EN EL CONCURSO DE MICRORRELATOS "VENTADEPISOS"!
Lo acabo de ver. Enhorabuena, era el mejor, un micro fantástico, de premio.
Un abrazo.
¡Enhorabuena Miguelángel! Como dice Mar, tu micro para "Ventadepisos" es fantástico, el mejor y se merecía el premio.
ResponderEliminarUn beso.
Que sí, que sí, que yo vengo de allí y también lo he visto ¡¡Felicidades Miguel Angel!!
ResponderEliminarEse Piso compartido tenía mucho que ganar ¡claro que sí!.
UN ABRAZO con mayúsculas.
Pues que me alegro un montón por el premio y que te lo mereces.
ResponderEliminarUn beso.
Gracias a la cuatro, chicas. Qué ilusión me hace el premio, y que me entréis con esa emoción que me llega tan adentro, casi tanto o más que el premio. Hablo en serio Mar, Sara, Laura, Antonia, muy en serio.
EliminarAbrazos.
...aix... las esperas... qué duras y qué tiernas... hoy me pillas tontorrona y me has arrancao unas lágrimas... qué bonito, tan cortito y tan intenso...
ResponderEliminarMària.
La esperas es lo que tienen, que a veces son eternas, y fíjate para lo que da la eternidad.
EliminarPero, a ver, Mària, a ver si pam pam...
Un beso (y no se hable más: hasta mañana).
Me gusta pensar que al final no ha sido una espera, sino un simple desencuentro, y que al final se resuelve... Gracias por este relato...
ResponderEliminarMiguel angel, me encanta lo que se puede llegar a descubrir en un patio, espero que la espera no espere demasiado tiempo, sino quizás ya no reconozcan su cara ni su piel... Paly
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