Parece mentira, pero así es. Desde la Inter, concretamente José Manuel Ortiz Soto, me pidieron que les enviara mi proceso creativo. Después de morirme durante todo el día, sin poder hacer otra cosa que eso, fallecer. Bueno, eso, la comida y tender la ropa. Después, digo, me puse a ordenar en mi cabeza aquello que hago hasta, para, por escribir. Una semana después, se lo envié. Aún, pensaba: cuando lo lean, se desternillan todos juntos comentando lo iluso que es el Flores este.
Pues no, que luego va y resulta que es cierto, que estaban interesados y con esas, cogen y lo cuelgan!!!!! Además, acompañado de otra maravilla de fotografía de esas de Josep Vilalta, de las de aquella sesión que me hizo para la solapa del libro . La verdad, con esto último hago como que me sorprendo, pero, para ser sincero, realmente hice llegar yo la foto a la Inter.
Desde aquí, quiero darles las gracias, de las bien servidas y colmadas, a la Internacional Microcuentista por tanta atención para conmigo. Por esto y por lo que se avecina, y que aún no puedo contar...
Y ahora paro, y si aún no lo has visto y quieres saber de lo que hablo, pincha AQUÍ.
Un gusto leer tu proceso de creación, Miguelángel. Pero más, mucho más, me gusta leerte en largo, en tú. Creo que es el primer relato que te leo, y lo haces muy bien.
ResponderEliminarTe leí, te sentí...
ResponderEliminarYo me tiro también desde la azotea, pero aterrizo peor que tú, eso seguro. Ha sido un placer leerte. Un abrazo.
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