domingo, 18 de septiembre de 2016

VIVIR PROFUNDAMENTE


En esta comarca somos muy tozudos. Cuando las autoridades competentes decidieron convertir el valle en un pantano, la mayoría nos negamos en redondo; los más tercos, en cuadrado. Llegado el día, nos encerramos en nuestras casas y de ahí no nos movimos. Los encargados de inundarlo todo dijeron: vosotros mismos, cabezotas, que es que no hay quien pueda. Y hasta ahora. Al principio nos costó adaptarnos; en el fondo nos faltaba el aire, más que nada. Pero a todo se acostumbra uno. Ahora vamos a trabajar en autobús hundido o nadando, según. Y, eso sí, cocinamos como siempre. Porque sí se puede hacer fuego dentro del agua. Era solo una leyenda urbana, una verdad no cierta que nadie comprobó. Menudas barbacoas y fogatas hacemos en medio del campo sin miedo a que se extiendan. Hasta los niños llevan mechero si quieren. Y lo mismo que antes íbamos al río a mojarnos, ahora vamos a la montaña a secarnos. Y pasamos el día escurridos, haciéndonos peinados, jugando a la pelota, que allí no flota, y cosas así. Desde entonces, para la gente seca esto es el Pantano del Valle, pero nosotros, testarudos, le seguimos llamando Valle del Agua. Y ahora más.

En el V Concurso de Microrrelatos LEONARDO BARRIADA, este es el relato que quedó entre los 10 finalistas. El tema este año era "El Valle del Agua" y el fallo se dio a conocer el pasado 14 de agosto en el hermoso pueblo de Soto de Sajambre. Clicá AQUÍ para conocer al resto de finalistas y a los dos ganadores. 

8 comentarios:

  1. Una vuelta de tuerca. Tal vez si dejáramos de seguir las normas impuestas nos iría mejor en la vida, creo que nos adaptaríamos muy bien a nuestro propio ambiente. Me ha encantado, Miguelángel. ¡Y, felicidades!

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    1. Gracias, Mirentxu.
      Tu visita y comentario sí que son un encanto.
      Ah, y me alegro MUCHO de eso nuevo proyecto!!!!!
      Besazo.

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  2. Cuando uno es de ideas fijas... Original y muy bueno, como siempre. Un saludo.

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    1. Gracias, Jesús. Sí, los cabezones también tenemos nuestro corazoncito, profundo, pero lo tenemos.
      Saludos.

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  3. ¡Qué bonito Miguelángel! Me encanta esa forma de enfocar la vida bajo el agua.

    Un beso.

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