En mi escalera las cosas se deciden por consenso. O por puro
convencimiento. El mío. Me explico: he decidido que hay que rehabilitar la
fachada, así que, antes de exponerlo en una reunión, habré de hacer campaña
para asegurarme su aprobación. Por supuesto, acabo convenciendo siempre, si no,
no me pondría. Expongo, yo vivo en un primero y no hay ascensor, por tanto, los
vecinos a la fuerza han de pasar por mi puerta. Es decir: yo lo controlo todo
como en la aduana. Y eso es esencial en mi estrategia. Somos ocho vecinos, y
con la del local de abajo, nueve. Por tanto, con cinco que votemos en positivo
ya ganamos. Pues bien: la Desi, que es la hija de los del segundo, se pega unos filetazos tremendos, sin repetir nunca contrincante, justo enfrente de mi puerta, de mi mirilla, para ser más concretos. Y cree, la ilusa, que es casualidad que siempre que triunfa la
pille. Así que, ella se encarga de convencer a sus padres de lo que sea
menester. Ya somos dos. La del local de abajo insistió en su día en pagarme un
tanto por permitirle poner el cartel de “Floristería Loli” en mi balcón y, por
supuesto, yo no acepté. Y son tres. Con el del tercero me basta hacerme la
encontradiza y felicitarlo por la mujer tan encantadora que tiene. O le
pregunto, como por curiosidad, por los años que lleva casado con ella, para
tenerlo controlado. A él y a la del cuarto, que es con la que tiene el asunto.
Por tanto, somos cinco los que siempre estamos de acuerdo. Aun así, intento
asegurarme, para ir sobrada, a mi amiga Lourdes que vive en el quinto que, como
lleva una vida sin mácula y no debe nada, tendré que detallarle, para
convencerla, una por una, todas las ventajas de adecentar la fachada.
Este es el segundo micro enviado al concurso de La Esfera Cultural, y que fue seleccionado para aparecer publicado en Historias de Portería, el libro que hoy he de ir a buscar a correos, y del que he pegado su portada ahí arriba.
Enhorabuena por el relato, que me ha encantado, y por la publicación que compartimos. ¿Se habrá salido con la suya esta vez el vecino del primero?
ResponderEliminarSaludos
Muy bueno tu cuento, Miguelángel, porque no deja de tener bastante de realidad :-)
ResponderEliminarEnhorabuena por esa publicación.
Besos.
Lo leí este verano, lo disfruté y voté. Un micro que habla de las debilidades humanas, y cómo uno se puede aprovechar de ellas para su beneficio... Por eso, como broche final, la protagonista tendrá que enfrentarse a la honradez de una de sus vecinas. Un planteamiento realista que habla muy claro de los pequeños chantajes por mantener la boca cerrada...
ResponderEliminarYo ya os tengo en casa desde la semana pasada.
Un besazo, Miguelángel.
Cuántos llevamos, Henry?
EliminarUy, hay vecinos y manipulaciones en la vida, propios de novela, Sara.
Yo también lo tengo ya, Petra. Todos ahí juntitos.
Abrazos a los tres.
¡Qué bueno, Miguelángel!
ResponderEliminarNo puede sorprender que haya sido seleccionado, porque es un micro que explora la vida de las comunidades con mucha ironía crítica.
Enhorabuena por la publicación.
Un abrazo,
que bueno, me recuerda,a nuestro suegro. Besos artista
ResponderEliminarHola Miguel Ángel, supongo que así será en todo,.... consensuando, algo que gusta tanto a nuestros políticos.
ResponderEliminarGracias por el relato. Felicidades y abrazos.
Pue fíjate, Pedro, que no me he basado en hechos reales, pero casi.
EliminarEstrella, esto me lo apunto y se lo cuento la próxima vez que vayamos a comer canelones...
Sí, Arte, imagino que los políticos hacen lo mismo pero con una escalera de más dimensiones, y más vecinos...
Abrazos y más.
Buen relato de portería. Enhorabuena por la selección.
ResponderEliminarAbrazos muy convencidos.
Ufff, qué peligro tenerte como vecina, prefiero tenerte como amigo. Besos (todos los atrasados y el de hoy)
ResponderEliminarah, y lo mismo con las enorasbuenas!!
Deo.
Enhorabuena por la selección, y por el hilo bien argumentado del relato, también a mí me ha convencido. ¿Dónde hay que confirmar para remozar la fachada?
ResponderEliminarGracias, Lola, sabes de sobras cómo me gusta que te guste.
EliminarY te crees, Dolo, que con esto ya está. Tenemos que echar cuentas, guapa...
Odys, qué de tiempo. Me alegro de verte en casa, y mucho.
Abrazos pa los tres.
Tener a este ojo que todo lo ve como vecina es como poco irritante pero claro cuando se trata de llegar al consenso en las comunidades o te pones duro o no se hace nada. JJAJAJA! ligas sarcásticamente la vida en comunidad.
ResponderEliminarBesos de gofio.
¡Qué buen texto Miguelángel! Pero yo lo que te quería desear es suerte, que un pajarito me ha dicho lo que tú y yo sabemos, pero no voy a repetir aquí. Eres un crack. NO me lo pierdo, aunque mi corazón está dividido. Un abrazo.
ResponderEliminarHey, enhorabuena, te escuché en la radio. Vaya flema la tuya.
ResponderEliminar"¿Ya está?" "Ya está" :-)
Gloria, es que he sido vecino. Y cotilla. Jejeje. Gracias por venir.
EliminarMar, yo también lo tuve un poco, no te creas. Habría preferido que no fuera amigo. Aunque lo prefiero como amigo, por supuesto.
Odys, es que soy muy lerdo para estas cosas. Los nervios me dejan como el puding, de verdad.
Tres abrazos (Alberto, tú llevas hoy dos...)
Miguel Ángel enhorabuena por tu relato del Rec, es genial. Bueno y por todo el chorro de premios que llevas, felicidades. El que más me ha gustado (relato) es "la explicación", está perfectamente hilado, de un punto al otro y no le sobra nada, con tu permiso me lo apunto por si en alguna ocasión me veo en esa tesitura, lo dice con tanta educación y tan bien razonado.
ResponderEliminarQue lo disfrutes. Un abrazo
Gracias, Arte. Te juro que, de las veces que participo, es de las que menos convencido estaba. Lo envié porque ya lo tenía hecho, y dije, total no lo voy a usar para otra cosa, y mira... Yo esto de los gustos, no lo entiendo, claro, que para eso están...
EliminarOtro, y van dos.
Buen relato de portería, y como que se acerca bastante a la realidad ¿no?
ResponderEliminarYa te tengo en casa, en el libro, digo. Y por cierto que estoy contenta, por fin te pude poner cara, no sé donde te he visto, porque ¡vaya racha llevas! y me alegra un montón.
Besitos