Lleva toda la tarde mirándose en un espejo de mano. Se lo ha acercado su hermana menor para que se entretenga y no la moleste. Porque la pequeña, que se ha de quedar a cuidarla, lo que querría es salir a la calle a jugar a la charranca con las demás. Y asomada al balcón busca escapar entera a través de la mirada. Mientras la grande, condenada a permanecer por siempre tumbada, aprende a hacerlo por el espejo, por donde no necesita piernas que la sostengan. Cuando la madre regresa de limpiar escaleras ajenas, encuentra a una, ciega, con los ojos fugados tras un tejo de rayuela; a la otra, escapando, con la cabeza a medio devorar por el espejo. Y ella, que jamás supo hacerlo, huye con tan mala fortuna, que en lugar de hacerlo para afuera por la puerta, sale corriendo hacia dentro. Llegando tan lejos en su pecho, que nadie nunca más la encuentra.
Con este micro participé en el mes de junio en Esta Noche Te Cuento. El tema del mes era "En el espejo". La ilustración es una porción de la que sirvió como fondo del concurso para ese mes. Su autor: Sotirios Moutsanas. Felicidades de nuevo a Seleccionados y Mencionados. Y agradecer a JAMS su entrega y buen hacer.
Triste escena la de las huidas de la realidad, pero bellamente narrada con toda esa energía prosaica que derrochas en cada renglón.
ResponderEliminarEspero que no estés triste por lo de ayer y que le tomes el lado positivo del asunto ¡quien llega una vez puede llegar más veces! (por ejemplo Mar Horno). Además, seguro que pasarías un día estupendo y todo fue perfecto, estoy segura. ¡ay! que yo me esperaba una crónica tuya del evento y me he encontrado con la entrada de Esta noche te Cuento ¿entonces, esta noche lo cuentas? ....;)
Besos Miguel Angel y nos vemos por la red.
Sí, si lo estuve. Triste digo. Y lo estoy. Pero no es por eso que he dejado de publicar la crónica, Laurita; es que he estado fuera, y esta entrada la dejé programada para que se publicara pasara lo que pasara. Y lo otro, pues lo tengo en el horno y estará para finales, creo.
EliminarAhora mismo voy a ver la tuya, que se de sobras que me va a gustar, cómo si no. Un abrazo siempre, Laura.
Creo que se ve muy bien esa historia de huidas a través de espejos o de cada una por donde pueda. Me gusta mucho eso de que en el espejo no hace falta piernas que te sostengan, como si allí hubiera otra ella que puede hacer lo que quiera.
ResponderEliminarUn abrazo
Qué bien que la veas, Ana. A veces uno cree que las cosas están clarisimas, pero hasta que no te lo dicen tienes la duda de que así sea.
EliminarUn abrazo, dinamitera.
Me ha gustado esa huída hacia dentro...
ResponderEliminarBesos desde el aire
Aunque son las peores, Rosa. De esas huidas casi nunca puedes volver.
EliminarBesazo, guapa.
Pasamos buena parte de la vida ensayando huidas, apátridas en busca de aeropuerto.
ResponderEliminarHuidas y espejos, bonito molotov. Salud-itos
Es cierto, uno siempre tiene una preparada en la punta de los pies. Me alegro de que te gustara, Amando. Hacía tiempo que no te veía por aquí.
EliminarUn abrazo.
Impresionante Migulángel. Soledades, huídas distintas que nos muestra la crudeza de la vida. Me ha gustado muchísimo. Eres genial.
ResponderEliminarBesicos muchos.
Gracias, Nani. Me alegro que hayas visto lo que quise decir. Así da gusto, hija.
EliminarUn abrazo grande.
Como una flecha que alcanza el centro de la diana este micro, Miguel Ángel.
ResponderEliminarMuy bueno.
Un abrazo que aborte los intentos de huida.
Unos huyen hacia fuera y otros hacia adentro. Personalmente prefiero escapar hacia afuera, pero si uno no sabe huir de uno mismo, por muy lejos que vaya, siempre llevará la cárcel dentro. Me ha gustado mucho el final. Un abrazo.
ResponderEliminarMe alegro de que así te lo parezca, Isabel. Espero no haberte herido, eso sí. Y como dices, mejor no huir nunca.
EliminarSí, Mar, huir hacia dentro es la peor de las huidas. Es como huir hacia una celda donde al entrar se cierran los barrotes.
Dos abrazos grandes como soles
Qué tristeza... me gusta muchísimo cómo expresas la huida... hay tantas formas de escapar... y a veces tan equivocadas... huyendo, cuando uno lo que busca es ser encontrado! :-) Un placer exquisito leerte :-) Gracias!
ResponderEliminarPoesía.
ResponderEliminarSaludos
Mo. me gusta eso que apuntas de que a veces en la huida uno busca ser encontrado, cuánta razón tienes. Deberíamos recibir clases de huir, para poder hacerlo bien y de forma provechosa.
EliminarNel, hasta ayer no descubrí que eres Adivín, porque lo eres, no? Si es así, me alegro de tu vuelta.
Un abrazo y otro.
Hola Miguelangel. Me fui muy apresurada del estudio peror quiero decirte que tengo grabada la cara de emoción que tenías cuando se leyó tu micro,con esa música tan especial, que nos hizo transportarnos a todos. Quédate con lo que sentiste en ese momento, la satisfacción de haber hecho un micro tan sumamente redondo.
ResponderEliminarFue fantástico conoceros a todos.
Un beso
Hola Arantza. Fue una pena que tuvieras que irte tan rápido, nos reímos mucho y lo pasamos genial.
EliminarY, por supuesto, mujer, me quedo con ese momento y con todos los vividos en ese día que fue para enmarcar. Nunca antes había sentido una montaña rusa en estómago hasta ese día.
Un abrazo, resalá.
Me encantó cuando lo leí en ENTC y ahora me ha vuelto a hacer sentir triste y emocionada a la vez. Huídas de todo tipo, triste no poder afrontar la situación y tener que escapar de uno mismo.
ResponderEliminarAbrazos Miguelángel.
Destila amargura y tristeza en la madre, las niñas aun pueden salvarse. Me gustó
ResponderEliminarCreo que de entrada, Yashira, no se sabe si es de felicidad o de pena, pero creo que estremece. Al final sí se sabe de qué.
EliminarBueno, Argax, tiene muchas lecturas. Las hay con final feliz, si uno quiere, y las hay sin escapatoria. Uno elige que para eso es lector.
Abrazos para dos.
Huidas hacia adelante, desesperadas, hacia ninguna parte. Triste.
ResponderEliminarAbrazos luminosos.
uf,
ResponderEliminarconsigues siempre lo "más". Quiero decir, haces más entrañable lo dulce, más gracioso lo divertido... y, por supuesto, más doloroso lo triste.
Ay, dan ganas de llorar para dentro.
Un beso.
Las huidas, Lola, siempre llevan la tristeza incorporada.
EliminarCuidado, Lola, cuando uno llora por dentro, las lágrimas abrasan más que queman (ha quedado tipo Tagore, pero es de verdad. Y lo sabes)
Un abrazo de Lolas (que suena a tetas, pero ni mucho menos).
Hola Miguelángel, este relato es de mis preferidos, desde que lo leí en ENTC lo he recordado muchas veces, es una historia de gran sensibilidad, donde la emoción surge sin forzarla. Están fantásticamente narradas esas 3 huidas. La de la hermana menor, la de la mayor y la de la madre (que se traga su tristeza cómo tantas madres para no derrumbarse ante sus hijas). Es un relato que llega hondo, gracias por escribirlo. Un beso.
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