Ilustración de Sergi Cambrils |
Al verla lo vi claro, era el diablo. Labios rojos, vestido marcando
sus lunares y un perfume que enseguida te enmorcillonaba. Me acerqué y le dije,
mire usted, quisiera venderle mi alma. No, no estoy loco, pero no tengo novia,
ni creo que ya la tenga. Así que, lo mejor es que usted me lleve, y que haga
conmigo lo que quiera. No quiero morir sin más. Sí, esto que ve es lo que
parece. Es cosa de su colonia. Por lo visto es muy buena. Ahí sonrió. Cogiéndome
de la pechera, me sacó por la puerta de atrás. Entonces, descubrí su rabo. Me
lo arrancó todo. Todo. Feliz, quise darle las gracias. Pero no pude; por donde
me vació de alma, me había sorbido también la voz.
En Esta Noche Te Cuento, para celebrar las 666 666 visitas, alguien tuvo la demoníaca idea de hacer una convocatoria literaria con varias condiciones. Entre ellas: 666 caracteres, comenzar con A y terminar con Z, mostrarse el color rojo de cualquier forma, aparecer "la bestia" personificada. Yo quise estar. Y esto es lo que, endiablado, escribí una mañana.
Muy buena tu propuesta Miguelángel. Ese seductor diablo, con ese aroma tan, tan..., me ha resultado muy simpático. Enhorabuena.
ResponderEliminarBesicos muchos.
Jejeje gracias por hacerme sonreir
ResponderEliminarBesos desde el curre
Es que los olores tienen, para bien o para mal, un poder, Nani...
EliminarPues me alegro, Rosa, porque sonreír desde el trabajo con la que está cayendo...
Abrazos para las dos.
Genial. Esos aromas endemoniados que nos quitan más que el sentido...
ResponderEliminarUn abrazo.
Ah, si?
ResponderEliminartonces... no es tan malo el diablo como lo pintan, no? ;)
Un beso
Ya digo, Sara, las colonias caras es lo que tienen. Y la necesidad también.
EliminarBueno, Lola, según para quien, según para quien...
Besos que huelan bien.
Apuesta difícil la tuya con tantas restricciones pero ¡bien conseguida!
ResponderEliminarUn besote para tu diablillo rojo.
Pues sí, una buena propuesta para el diablo, seguro que le gusta ;-) Lo he leído sin saber las restricciones, y lo cierto es que no se notan en tu texto, que parece libre.
ResponderEliminarUn abrazo
Ya sabes, Laura, es un juego. Y a veces sale y a veces no.
EliminarEs que la verdad, Ana, ya has visto, no eran muy complicadas. O sea, fue bastante libre la cosa.
Un abrazo para cada una.
Madre mía, una propuesta demasiado calurosa para el verano. Alta temperatura y un perfume embriagador. Cualquiera se rendiría ante la bestia. Excelente aportación. Un abrazo.
ResponderEliminarMuy buena Miguelángel, madre mía qué calor para este tiempecito que estamos disfrutando. Jaja, estabas endiabladamente motivado esa mañana.
ResponderEliminarA ver, Mar, en verano puestos a sudar, qué más da hacerlo un poco más si tiene final feliz.
EliminarSí, Yashira, fíjate, por las mañanas, pues ya se sabe...
Besos (de la nevera, calurosas!)
Mi primera reacción una sonrisa por lo del rabo.
ResponderEliminarDespués segunda lectura y se me queda la mente colgando de esas experiencias que te dejan vacío y satisfecho, en formas alternativas que no sean sexo para lograr este vaciado tan oportuno y necesario de vez en cuando, divagando me quedo...
Es que a veces los rabos hacen una gracias...
EliminarLo cuentas bien, uno tiene que vaciar los armarios para volverlos a llenar de cosas por estrenar, Argax.
Un abrazo.
Hay diablillas y diablillos a los que uno les daría gustosa el alma.
ResponderEliminarAbrazos de reencuentro.
A este mismamente, este le dio el alma y todo lo que le rodeaba.
EliminarAbrazos de paso, Lola.
Me ha encantado esa bestia... aunque la quiero bien lejos de mi.
ResponderEliminarUn saludo
Henry, si te la encuentras, tú déjate llevar, es lo mejor. Luego uno se echa cuatro eructos, se pone Varón Dandy, y vuelve a ser el que era, créeme.
EliminarUn abrazo