PARAÍSO
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Foto casera |
Lavando ropa en la pila del patio, ella cantaba sus coplillas. Los vecinos se iban asomando. Yo veía en sus caras que se ponía aun más guapa cuando cantaba. Con el sol en lo alto, yo la remiraba salpicando el agua. El tiempo preñado de tiempo. Su delantal lleno de verano. Su voz refrescando el patio. Todo lleno de mi madre. Lo fue de niño y sé que, alguna vez, ése volverá a ser mi paraíso.
Éste patio ya no existe más que en mi cabeza.
Intimista. Conmovedor. Narrado con intensidad emocional.
ResponderEliminarExcelente, Miguelangel.
Un abrazo.
La mayoría de nuestros lugares de infancia, donde realmente fuimos felices, sólo existen dentro de nosotros. Micro intimista que te produce un nudo en la gargante por la nostalgia de un tiempo perdido que ya nunca volverá. Un saludo.
ResponderEliminarPrecioso, Miguelángel.
ResponderEliminarCada frase es una joyita. Me quedo con el delantal lleno de verano... ¡Fantástica! :-)
Un abrazo.
Una breve estampa de nuestro paraíso perdido. Perdido porque como nos dices, sólo está en el recuerdo. Me gusta la sucesión de imágenes alrededor de la madre que lo llena todo entonces y la memoria del ahora. Cómo no, 100% Miguelángel.
ResponderEliminarPero ojo, cualquier tiempo pasado no siempre fue mejor. El paraíso siempre está en el futuro. (o no)
PD: Las cervezas se han calentado ya. A ver qué "fem".
Una imagen refrescante y luminosa, como es el paraíso infantil en verano. Me gustó mucho.
ResponderEliminarMil abrazos.
Miguel Angel,
ResponderEliminarLa olas de la memoria baten sin cesar, y esa es nuestra mejor munición. Ese patio siempre será tuyo, y ese "tiempo preñado de tiempo". No coincido con Mar, ese tiempo siempre vuelve, porque nunca se ha ido.
Eres un maestro con esos elementos del corazón, de las "entrañas".
Un abrazo
Miguel Angel .... ¡precioso!. Has revelado el cliché de una de esas fotos antiguas de la memoria personal y lo has hecho con todo el color de los sentimientos.
ResponderEliminarTodos llevamos dentro una pequeña colección de fotitos conmovedoras y antiguas, de una niñez que no somos capaces (afortunadamente en muchos casos) de desligar.
Un abrazo para tí
Bellísima estampa de un momento ya pasado, pero no por eso desaparecido. Aún perdura en tu corazón.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho, Miguel Ángel. Siempre es una delicia leerte.
Besos.
No desaparece lo que recordamos, solo cambia de sitio, para jugar con nosotros.
ResponderEliminarPero si lo deseas lo bastante encuentras el camino para volver.
Veo los claveles del patio, y los jilgueros, y a ti cuando la sábana blanca tras la que te escondías se movía con el viento.
Un beso, niño de los patios con alma.
Una maravilla, Miguelángel. Me has hecho evocar intensamente a mi abuela, volver a tener ganas de hundir la cara en su delantal y percibir otra vez el olor a comida es sus manos. Y hasta me emociono al escribirte, ahora.
ResponderEliminarAbrazos.
Me encantan las cosas que hablan de tu madre, :-)
ResponderEliminar(lo del diploma es de Diablos, dieron varios a los que suelen ir).
Abrazos.
Ese patio es otro vientre donde tu madre (la del narrador) te gestó. Las sábanas (recuerdos) colgadas de las pinzas (objetos-momentos) llevan a la niñez. Poesía y añoranza. Volverá.
ResponderEliminarMiguel Ángel siento decirte que estás equivocado. gracias a tu forma de narrar ese patio existe, además de en tu cabeza, en la de todos los que leamos el relato. gracias por compartirlo.
ResponderEliminarDios, ahora es tarde, pero es que hay comentarios que..., bueno, con un lirismo, con un lenguaje... Hay algunos que dicen unas cosas, o las dicen de una manera que..., bueno, ahora es tarde, pero... Dios...
ResponderEliminarY supongo que muchos/as coincidís...
Una delicia.
ResponderEliminarLa estructura, el ritmo, la construcción de las frases son "made in Miguel Ángel".
Mientras descubría tus recuerdos has echo evocar los míos sólo por eso te doy las gracias.
A mi no me falta ella, me falta él.
Un abrazo.
¡Qué bonito! La he visto.
ResponderEliminarIsa
Gracias, Pedro, por tus palabras.
ResponderEliminarNo, Mar, el tiempo no volverá, lo haré yo.
MJ, creo que refleja exactamente lo que quería decir.
Xesc, hay recuerdos que no los puede superar ningún sueño.
Lola, gracias. Me alegro mucho de que te guste.
Xavi, me has puesto "colorao". Gracias, company.
Tú lo has dicho, Laura, fotos de la infancia, guardaditas en la cartera del corazón.
Jo, Sara, una delicia son tus visitas.
Abrazos personalizados para cada uno/a.
Antonia, es precioso tu comentario. Me ha llegado hondísimo, dama de trenza blanca.
ResponderEliminarSusana, pues cuando te leía, sentí cómo lo habías hecho, porque se contagia, creo.
A mí me encantaba ella, Delia.
Ximens, impresionante y bella la lectura que haces de la escena. Gracias.
Gracias a ti, Fernando, por querer disfrutarlo.
Me alegro, Mónica, de haber ayudado a traértelo un instante.
Qué bueno, Isa. Un besinmenso.
Abrazos del niño de los patios con alma, que dice Antonia, la Dama.
Muchas gracias por tus palabras, feliz de que te gustara.
ResponderEliminarY ahora solo me falta el poncho y tomar tequila, je je .
Ha sido bonito el apelativo. Lo acojo con cariño. Besote. Muaakks.
Lo siento se que lo que voy a decir no es un comentario pero se me han saltado las lágrimas de la emoción que me ha provocado tu texto.
ResponderEliminarBesitos
sin palabras... pero comentario al fin y al cabo
ResponderEliminarun beso.
deo
Lo leí ayer desde el móvil y me enterneció hasta la médula... y la verdad es que con ese delantal lleno de verano nos hace respirar todo el amor de una madre. Entrañable.
ResponderEliminarMe encantó, cada frase es hermosa. Te invito a mis blogs:
ResponderEliminarwww.novelasamanthatrein.blogspot.com
www.my-fuck-ing-life.blogspot.com
Saludos.
Esa otra dama se corto la trenza hace tiempo. Un beso, Antonia.
ResponderEliminarBienvenida, Elysa. Por supuesto que es un comentario. Me basta con saber que te ha llegado. Siempre te veo por ahí, y nunca hemos coincidido, creo, ya era hora.
Un abrazo
Los comentarios sin palabras dicen mucho. Un besazo, Deo.
Sigrid, es cierto. Cuando lo digo o lo leo, o lo pienso, en mi recuerdo es ella.
Beelu, gracias por venir. Te visito alguna vez.
Abrazos a las cinco
Míguel, no había leído éste. Es precioso, muy tuyo.
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