El día que el vendaval se llevó a Germán, la vida empezó a ser otra. Mamá se
varó en el lamento de haberlo subido con ella a tender a la azotea. Y allí se
quedó. Papá, que había salido a buscarlo, volvió con una grulla, dos palomas,
una cometa y un racimo de globos descoloridos. Pero no era lo mismo. Germán
había dejado un vacío muy grande difícil de llenar. A veces, asomados a la
ventana, lo veíamos pasar volando. Lo llamábamos a gritos y él saludaba como si
fuera en autocar.
Una tarde otoñal el viento lo dejó en la puerta. Lo abrazamos todos. Menos papá, que se había ido de nuevo a buscar cosas que volaran. Germán había crecido un palmo y estaba despeinado. Nos contó como era el mundo, pero desde arriba. Altanero. Mamá seguía lamentándose de lo de la azotea. De nada servía que Germán diera saltos ante ella diciéndole que había aterrizado. No volvió a ser la misma. Él tampoco, se creía muy volátil. Y alardeaba de ello. Pero el que más cambió fue nuestro padre, que nunca regresó y nos conformamos con un señor que vivía enfrente. Y no se parecía en nada.
Una tarde otoñal el viento lo dejó en la puerta. Lo abrazamos todos. Menos papá, que se había ido de nuevo a buscar cosas que volaran. Germán había crecido un palmo y estaba despeinado. Nos contó como era el mundo, pero desde arriba. Altanero. Mamá seguía lamentándose de lo de la azotea. De nada servía que Germán diera saltos ante ella diciéndole que había aterrizado. No volvió a ser la misma. Él tampoco, se creía muy volátil. Y alardeaba de ello. Pero el que más cambió fue nuestro padre, que nunca regresó y nos conformamos con un señor que vivía enfrente. Y no se parecía en nada.
#palabrasalviento
Fenomenal, Miguelángel. El micro, tus personajes tan peculiares, tu trayectoria, todo.
ResponderEliminarEnhorabuena. Un abrazo bien fuerte.
Este micro es una maravilla, Miguelángel. Se encuentra entre los mejores con todas las de la ley :-)
ResponderEliminarAplausos.
Y un abrazo admirado.
Maravilloso, simplemente maravilloso, imaginativo, creativo, fantasioso, especial y dotado de esa forma de contar que te hace tan especial.
ResponderEliminarFelicidades por esta selección,
y seguro que a este paso ...no dejas cabida a nadie más. ;)
No importa : me encantará tener el librito con todos vosotros dentro.
Besos.
Gracias a las tres, Susana, MJ y Laura. Sois de las que estáis viniendo a esta casa desde el principio, y me gusta muchísimo veros siempre ahí en esta cosas.
EliminarTres abrazos en cadena.
Una fantasía o una realidad..
ResponderEliminarMe encant lo que escribes!!
Genial, me ha encantado. Enhorabuena!!
ResponderEliminarGracias Ania, eres muy amable. Me alegro de que te llegue lo que escribo.
EliminarFranzesk, gracias por pasar y comentar.
Un abrazo para cada uno.
Don Flores, pletórico estoy por ti y por tus premios.
ResponderEliminar¡Enhorabuena Escritor!
Este concurso lo tienes más que dominado y se acopla perfectamente a tus letras.
Como ya te indiqué es un relato en el que se aprecia perfectamente tu sello desde el inicio, y eso no es fácil de conseguir.
Disfruta del premio y a continuar así.
Un abrazo grande.
Pues, fíjate, Don Jarque, tan dominado que este mes voy a hacer de jurado. Miedo me da espicharla.
EliminarMe gusta lo del sello, me da como la risa tonta.
Un abrazo, Don.
Qué estilo tan personal, Miguelángel. No es la primera vez que te lo digo, porque siempre que te leo me queda esa sensación. Y eso, ir definiendo la propia personalidad literaria, no es nada fácil. Me gusta ese tono a medio camino entre la ternura, el despecho y la tristeza que tan bien dibuja la historia. Y me gusta, claro, la singularidad de la propia historia, sus ribetes surrealistas que en realidad hablan de algo que encontramos en todas las familias: huidas, ausencias, sentimientos de culpa, rencores, vueltas, cambios irreversibles, nostalgia. Vida, al fin y al cabo. Enhorabuena también desde aquí.
ResponderEliminarY un abrazo.
Iván, me halagan tus palabras, también te lo he dicho yo otras veces. Y me entusiasma siempre la lectura que haces de lo que escribo. Efectivamente, habla de todo eso que dices, Iván, pero huyendo de lo obvio.
EliminarUn abrazo.
Lo tiene todo, me encanta. Una maravilla.
ResponderEliminarUn abracadabra!
Si, es como un Alcampo pero en relato.
EliminarOtro magia potagia, Paloma.
Felicidades Miguel Ángel. Todo un ramillete de cambios como el viento. Me gustó ese conformismo del final con un señor de enfrente. Parece una familia de globos.
ResponderEliminarSuerte. Abrazos
Sí, tú lo has dicho, es como una familia de globos, descoloridos también, como los que traía el padre desamparados.
EliminarUn abrazo
Miguelángel, te encuentro en todos los sitios. Será porque te lo mereces...
ResponderEliminarUn abrazo "super", para ti cómo va a ser de otro tipo :)
En todos sitios está, desde hace un tiempo, un terremoto, un huracán llamado Petra Acero.
EliminarUn abrazo.
Qué gran micro, Miguelángel. Todas las altas y bajas de una familia, narradas con originalidad y una delicadeza no exenta de cierto tono burlón.
ResponderEliminarMerecido éxito!!!
Un fuerte abrazo
Enhorabuena!!!. Me ha gustado mucho :D
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias, Patricia. Qué bien gustarte. Tú, que escribes como escribes.
EliminarHenry, cuánto tiempo. Me alegro mucho de que hayas leído esta entrada.
Abrazos
Enhorabuena otra vez, Miguelángel. Es un micro excepcional que lo disfrutas cada vez que lo lees como si fuera la primera vez. Cuando lo leí pensé, será jodío el Miguelángel, esto no hay quien lo supere. Y, efectivamente, porque había cuatro plazas de finalistas, a Dios gracias, que si no... Un abrazo.
ResponderEliminarAy, pero que modesta eres, Mar Horno. Sabes que tu micro habría entrado sí o sí, lo mismo que en ReC, en La Micro, en Tuenti, en...
EliminarMadre mía, si te van a faltar estantería para tanto premio!!!
Un abrazo, M.G.
Ya te felicité por el texto ahora lo hago por la selección. Merecido!
ResponderEliminarUn abrazo
Poco que añadir a lo ya comentado, tu micro cautiva desde la primera hasta la última palabra. Muchas felicidades por el merecido reconocimiento.
ResponderEliminarUn abrazo.
Mei, muchas gracias. Siempre estás ahí alegrándote, y te lo agradezco muchísimo.
EliminarGracias, Yolanda. Un placer cautivarte, de verdad. Por eso escribe también uno.
Dos abrazos como castillos.
Enhorabuena, es un texto precioso.
ResponderEliminarAcabo de conocer tu blog y voy a seguir leyendo tus relatos en esta calurosa siesta de verano. Es un buen plan.
Gracias
Yo conocí el tuyo hace tiempo. Y me dejarón boquiabierto tus ilustraciones, Inés. Bienvenida a mi casa, ahora también tuya. Me alegro haber sido parte de tu plan dominguero.
EliminarUn abrazo.
¡Este micro es una joya, Don Miguelángel!
ResponderEliminarNo puede sorprender su suerte en el concurso. No tengo dudas de que es una distinción más que merecida.
Un abrazo y ¡Enhorabuena!
Gracias, Pedro. No dejó de ser una sorpresa, este mes había participaciones muy buenas, mismamente los que quedaron como mencionados.
EliminarUn abrazo.
Enhorabuena, Miguel Ángel. Dejando a un lado el manejo del realismo mágico, brillante, me gustaría destacar la línea narrativa que se centra en el personaje del padre, y que acaba siendo la figura central de la historia. Muy interesante esta deriva, mucho.
ResponderEliminarAbrazos.
Sobre todo el que desaparece, Agus, dejando un hueco que llena el primero que pasa.
EliminarGracias por venir y comentar, Agus. Me interesa mucho tu opinión.
Abrazos.
Ahora vuelvo a entender, muy a mi pesar, porque mi micro no está entre los elegidos.
ResponderEliminarMe quito el sombrero y la peluca ante tanto arte.
Un abrazo Miguelángel.
No, hombre, la peluca no, que no es para tanto. Ahora mismo voy a mirar el tuyo, que no lo recuerdo.
EliminarA ver este mes cómo te portas, que ahí estaré vigilando...
Un abrazo.
Descubrir tu blog ha sido un regalo... a veces pasan estas cosas... cuando uno menos se lo espera, salta una rana, se escapa un globo y uno encuentra textos que entiende desde el fondo... me gustan mucho tus relatos! Maravillos, de verdad... Gracias!!!
ResponderEliminarSé que lo entiendes porque a mí me pasó igual con los tuyos, ya te decía. Me da la sensación de que venimos de la misma galaxia, por dónde cae la tuya?
EliminarBienvenida, MO.
Me pondré a buscarla... aunque tengo la sensación de que la llave que abre la puerta a otras dimensiones está en mi bolsillo roto... tengo que coserlo... :-) Saludos y ganas de leer más!
EliminarMuy buen microrrelato. Enhorabuena doble. Merecido lugar.
ResponderEliminarAbrazos triples.
Qué bien que has regresado, LoLa. Qué tal por Vacacionía? Yo voy de camino, pero ya veo los tejados.
EliminarUn abrazo, pero de los buenos.
Miguel Ángel, primera vez, pero no la última (obvio), que llego a tu blog.
ResponderEliminarMe doy una vuelta por aquí para leer el resto. Un gusto.
¡Saludos!
Bienvenido, Sergio. Creo haberte visto en casas de amigos. Y ya lo decía aquella gran voz: Uh, los amigos de mis amigos son...
EliminarEn serio (anoche es que cené payaso), espero seguir viéndote.
Saludos!!
Míguel es precioso. Ya se que no es para llorar, pero he estado a punto cuando se ha ido el padre. Felicidades
ResponderEliminarPaly, cada micro mío es para lo que cada cual quiera sentir, faltaría más. Y tú, más. Ya lo sabes.
EliminarUn beso.
Enhorabuena. Cómo me gustan estas historias tuyas, tan llenas de fantasía. Son una maravilla y tan visuales que me parece estar viendo un corto.
ResponderEliminarUn abrazo
¡¡Enhorabuena, Miguelángel!!! Me alegra mucho verte ahí, es que ese micro se merece ser ganador. Y seguro que vendrán muchas más enhorabuenas.
ResponderEliminarBesitos
Es un muy buen micro, me gustan los personajes, el padre que busca cosas que vuelan, la madre enganchada al recuerdo de la azotea, Germán a sus vuelos,... es un micro con "atmósfera" (no sé exppresarlo mejor), un poco mágico y otro poco posible.
ResponderEliminarUn beso y felicidades, Luisa
Nieves, pues si te atreves, nos ponemos y lo grabamos. Vamos a medias.
EliminarMuchas gracias, Elysa. Este mes los había muy buenos, por eso.
Te has expresado perfectamente, Luisa. Yo te he entendido.
Abrazos con retraso a las tres.
Lo había leído pero no había comentado, y ahora veo... quizá la azotea fuera la misma ¿tú qué crees?
ResponderEliminarMe gusta mucho mucho este relato, y los personajes lo bien dibujados que están.
Un abrazo
Yo juraría que es la misma, Ana. Porque ahora que recuerdo creo que lo de Germán también fue un martes... Sí, no hay duda.
EliminarOtro abrazo