Gallinas en Monterrubio de la Serena |
Hasta chocarse contra una pila de maderos que teníamos en el
patio. Estaban allí desde antes de que yo naciera. Eran para hacer un cuartucho
donde durmieran las gallinas. Pero papá casi nunca se mantenía de pie en casa
para ello; y éstas dormían encima, o en la cocina si llovía. De entre las juntas crecía una maraña verdosa
de plantitas que yo regaba. A escondidas, porque para mamá eran malas hierbas.
Ese día, amenazó con que iba a arrojarlos al muladar. Papá balbuceó que antes
muerto. Y vino el tropiezo, con revuelo de gallinas. Luego todos empujamos hasta
el barranco. Los troncos llegaron antes abajo.
Este micro con el que participé en ReC, forma también parte de los cinco que presenté a Despojos del ReC, la iniciativa de Fernando Martinez, de Espirales de Tinta. El objetivo de esta es escoger entre todos los participante, tres de los cinco presentados por cada autor, para en un futuro hacer con ellos ya se verá qué.
Como han aprovechado el tropiezo para deshacerse del padre jajaja. Y mira que soy mala que me da la risa al imaginarlo jajaja.
ResponderEliminarBesos desde el aire
Recuerdo esta frase de inicio porque parecía prometedora, Miguelángel. La prueba de que no estaba equivocado está en este micro. ¡Muy bueno, por cierto!
ResponderEliminarUn abrazo,
Por qué será que a veces nos reímos de las desgracias ajenas, Rosa? Yo lo de ver caerse a alguien lo llevo fatal.
EliminarGracias, Pedro. Siempre tan amable con tus palabras. Por no hablar de lo que además eres capaz de hacer con ellas...
Un abrazo para cada uno. De los grandes.
Buen REC Miguel Angel. Este me acuerdo muy bien, y me encanta releerlo como despojo o como tú quieras mostrarlo.
ResponderEliminarJaja,,, a mí también me produce una sonrisa.
Besos de fin de semana y felices despojos.
Este micro Miguel va adquiriendo poco a poco una velocidad de vértigo, jeje
ResponderEliminarVeremos en qué quedan los despojos de rec.
Un saludo indio
Mitakuye oyasin
Sí, Laura, pero mira tú, que a mí producer una risilla de esas que me hacen pensar al mismo tiempo, y de qué me estoy riendo?
EliminarYa veremos en qué quedan, David. Pero lo que hemos disfrutado no nos lo quita ni el Papa de Roma!!!
Dos buenos abrazos.
Me encantan esos maderos alrededor de los cuales se desvela el ambiente que rodea a esa familia y mira que al final, a través de ellos se produce el desenlace.
ResponderEliminarMuy bueno.
Un abrazo.
Recuerdo este despojo de rec, que me resultó como los otros cuatro, muy buenos. Tus micros enganchan.
ResponderEliminarBesicos muchos.
Se hacen parte del ambiente, de la casa, de la infancia de ese niño rodeado de gallinas y tristezas.
EliminarPues mira, Nani, este fue el menos votado y a mí es de los que más me gustaba de los cinco. Pero sobre gustos...
Abrazos a dos bandas.
Don Flores, disfruté mucho de la lecturas de tus cinco despojos y fue difícil decidirse por tres. Además me gustó también tu presentación, muy Almodovar si me lo permites.
ResponderEliminarSigue como lo haces, que estás de lujo.
Un abrazo, Don.
Es uno de los que voté, Desafortunadamente no está clasificado entre los tres primeros. Curioso. Otro de los que te voté tampoco es de los tres primeros pero para mí es de lo mejorcito tuyo.
ResponderEliminarUn abrazo company.
Pues no te lo vas a creer, Don, pero el otro día fui a ver la nueva de Almodóvar y más vale que me hubiera ido a echar migas a la palomas... Con eso te lo digo tó!!
EliminarVes, Xesc? Si es que somos unos incomprendidos, tú, yo y lobo feroz.
Un abrazo, Don, Company...
Creo que lo voté, seguro, hay despojos que no merecen serlo y éste es uno de ellos
ResponderEliminarSalimos ganando los demás porque podemos leerlos.
Besos
La verdad es que está escrito con bastante solvencia, Miguelángel. Y ese final, sutil, escondido entre frases, de lo mejorcito.
ResponderEliminarMe gustaría participar en esto de los despojos. Me pongo a mirarlo. Gracias.
Hay muchos, Elena. Sólo hay que darse una vueltecilla por la blogosfera para encontrar auténticos micros con una calidad impresionante.
EliminarRubén, ya he visto que al final te has buscado las habichuelas. Soy lento de reflejos. Deseando estoy de leer tus cinco. Ah, y bienvenido a tu casa.
Abrazos
Gracias, Miguelángel. Como un padre en esto de las miniletras. Se aprende de tu oficio.
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