Este titular, como dirían en la tele los que saben, es para la
gente que entre desde google guiado por el título de la entrada. Para que, al
menos, no se vaya de vacío. No, no irá.
Y ahora hablo de las verdaderas lecturas. No voy a hacer una reseña ni
nada serio. Que nadie lo espere y se decepcione.
El viernes leí a Susana Camps en la presentación de su libro,
Viaje Imaginario Al Archipiélago de las Extinta, en la librería Alibri. Título
sugerente y totalmente inventado. No busquéis el archipiélago en internet.
No existe. Lo sé. Fui invitado por ella a leer junto a Mónica Sempere, Fernando
Martínez, Xesc López, Xavier Blanco y Jesús Esnaola. Presento el acto Mariano
Zurdo, editor de Talentura y había de estar también Fernando Clemot, pero motivos
personales le hicieron anular su asistencia. Pero esta presentación atrajo a la mayoría de
microrrelatistas catalanes de la blogosfera. En la librería había tanto público
que parecía que el acto no iba a tener nada que ver con la literatura. Fue un
viernes para enmarcar. Yo me sentí casi como en la boda de alguna hermana mía.
Y así se lo dije al otro día. Hasta le pregunté si no se sentía casada en
segundas nupcias. Que no, me dijo, mucho mejor que eso, añadió. Susana se lo
merece. Como dije el viernes, Susana, me lo ha parecido desde el principio,
escribe en serio. Escribir en serio te hace serio escribiendo, o sea, te hace escritor. Y Susana, ya no hay duda, es escritora.
Y el sábado leí a la Shua, Ana María Shua, la reina del
microrrelato. Fue en La Microbiblioteca, en la presentación de su último libro
Contra El Tiempo. Yo, que nunca estuve ante Sofi, ni Isa, ni ninguna otra
soberana, le hice una reverencia errónea por la falta de experiencia. He
pensado luego que si al menos hubiera llevado vestido no se habrían visto tan
ridículos mis deditos pellizcando el aire al doblar las rodillas. Pero me puse
tejanos para la ocasión. Para otro día lo tendré en cuenta. La presentación fue a cargo de Ginés Cutillas, uno de mis
maestros, y también leyeron Jesús Esnaola, Paz Montserrat, Xavier Blanco, Mónica
Sempere y, ya lo he dicho, mi menda lerenda. Decir que fue una experiencia
impresionante. Que fue como si Serrat me invitara a tararear Mediterráneo en
uno de sus conciertos. O como si Arzak me diera a probar uno de sus platos para
rectificarlo de sal. No son buenos ejemplos, lo sé. Y es que no es comparable.
Poder decir que he leído a Ani (como la llamó Guri, el responsable del acto), en
su presencia es gordo. No, gordísimo. El que lee o escribe microrrelato sabe a
qué me refiro. Y el que no, ahora también.
Gracias Susana, Shua, Guri por este fin de semana de cuento. No, de relato.
¡Envidia, mucha, mucha envidia! De la verde, como el fondo de este blog. Y mira que me jode tenerle envidia a los amigos. Y sé que lo solucionaría con una primitiva o un cuponazo; pero no juego. Así que he de dedicarme a trabajar, administrar la escasez, y verlo desde la barrera.
ResponderEliminarQue eso. Puritita envidia.
Un abrazo,
Pues sí, fue así como lo cuenta Miguel Angel. Seguro que se puede contar de otra manera, pero mejor no. Porque al final después de los libros, debajo de las palabras quedan las personas, desnudas, sin metáforas, sin figuras retóricas, quedan las risas, las emociones, los amigos. Pues sí, que fue una maravilla, que fue un viernes de piel de gallina y un sabado con nubes de azúcar. Un abrazo, o dos, o mil. Si las emociones cotizaran en bolsa hoy el IBEX 35 había alcanzado su máximo histórico.
ResponderEliminarQuerido Miguelángel, no creo que pueda contestarte a la altura. Habéis estado a las duras y a las maduras, a la cerveza y al susto de caer de espaldas, y siempre con la risa por delante. Yo creo que vuestra compañía y, sobre todo, esa risa, es impagable. Más que amigos, escuadrón. Por eso destacaría de tu entrada esa frase: "fue un viernes para enmarcar". Para mí por supuesto, aunque también me vino genial ese sábado después, un sábado para poner los pies en el suelo y recuperar el sentido de la distancia que falta por cubrir. Y las ganas de hacer camino. Un camino que espero que siga a tu lado, a vuestro lado, porque os necesito de verdad.
ResponderEliminarUn millón de gracias.
Mucha envidia para mí también... de la verde, como la de Pedro, o más oscura aún... yo no creo en la envidia sana... :-)
ResponderEliminarQue ganitas dan de haber estado allí con vosotros.
ResponderEliminarAbrazos, y mi especial enhorabuena a Susana, por ese libro que ya estoy ansiando leer.
Fue un placer estar en ese evento. Por cierto grande en todos los sentidos. Por la autora, Ana María Shua, y por vosotros, que lo hicisteis la mar de bien. Un fuerte aplauso y a seguir con la labor.
ResponderEliminarPor cierto Miguel ángel. Tengo las fotos, si quieres te las envío. Se las he acabado de enviar a Antonia y Ginés Cutillas. (No encuentro tu mail)
Don Flores, genial crónica de un fin de semana intenso que provoca en este que lee una envidia malsana, aunque va pareja a una felicidad por tu persona. Te vas haciendo mayor, como debe ser, junto a otros grandes en este mundo del microrrelato. Asistir de forma activa a la presentaciones de los libros de Susana Camps y de Ana Maria Shua —reina del formato, qué viva, y sobre todo, que escriba muchos años— son palabras mayores.
ResponderEliminarSabiendo que llegarán tus momentos, te felicito por estas experiencias y espero que hayas tomado nota para cuando te toque a ti.
Un abrazo, Don.
Felicidades a todos los que disfrutasteis ese evento.
ResponderEliminarBesicos muchos.
Pasate por mi rincón tienes una sorpresa
ResponderEliminarCuánto me alegro por la Pantoja. Por vosotros siento envidia, cosa común en una humana del muntón. Pero seguro que todo se andará y vendréis por Madrid, como Ana María Shua, y escucharé vuestras letras como tuve la suerte de disfrutar de las suyas, la semana pasada (nada comparable a lo vuestro, pero vosotros, como sigáis así, dónde váis a llegar???)
ResponderEliminarBesooos envidiosos a Migueángel, Susana y a todos los demás
Pues menudo fin de semana tuviste!!! Me alegra mucho que fuese tan emocionante. Agradecida quedo de haberlo podido compartir un poquito gracias a ti Miguelángel.
ResponderEliminarUn abrazo.