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Foto propia |
La Juliana
limpia escaleras y revoluciona el autobús. Lo coge a las ocho, cuando aún no
hay niños. Por eso se permite decir las cosas que dice. Todas se ríen, entre
grititos escandalizados, con sus ocurrencias. Los pocos hombres que van,
azorados sonríen mirando por la ventanilla. La Juliana consigue que todo el
mundo se olvide que va camino del trabajo, y casi parece que fueran de
excursión. Hay, incluso, quien se espera al bus en el que ella va subida.
Cuando llega su parada se despide de todo el mundo y va dejando por el pasillo
una estela de purpurina y buen humor. Pero los viernes, a la vuelta, los que
han coincidido con ella, dicen que la Juliana no es la misma.
Además de CASUALIDAD, con este, ligeramente reformado, también paticipé en la 6ª edició de Relats Curts de TMB (Transports Metropolitans de
Barcelona).
Me encanta como escribes. Lo cotidiano,el pasar de la vida, y ese ser que ilumina todo con su risa,y,a pesar de todo nunca le falta purpurina
ResponderEliminarUn abrazo
...Y es que los viernes ya se está muy cansada de la briega diaria. Los autobuses son una fuente de inspiración las conversaciones que llegan a la oreja sin que el oído preste atención, o sí, son fundamentales para el resto del día...
ResponderEliminarBesicos, amigo
¿Todos los viernes? ¿Los fines de semnana no va a trabajar? ¿Por eso sabe lo que le espera en casa el fin de semana? ¡Dos días completos SOLA!
ResponderEliminarMiguelángel, un relato inteligente, intencionado, impacable y impecable; que además de una protagonista sola, nos habla de un escritor sensible, observador, implicado y tremendamente "humano".
Me ha encantado tu Juliana, la personalidad social que le has conferido.
Un beso... con tímidas motitas de purpurina.
Me encanta esas dosis de observación que haces a tus personajes Miguelángel.
ResponderEliminar¡Claro! Así no les vas a sacar partido...
La pobre señora Juliana, ente verduras pasea su vida. Los fines de semana apaga las luces.
Un abrazo
:( Ya no podrá hacer lo que más le gusta durante el trayecto al trabajo: "hacer feliz a la gente". No sabemos lo que tendrá que soportar el fin de semana en el ¿hogar?... quien sabe.
ResponderEliminarEres un maestro perfilando la personalidad de tus personajes, a los que les confieres una calidez y un realismo extraordinarios.
ResponderEliminarUn aplauso, Miguelángel. Me gusta tu estilo :-)
Un abrazo.
El fin de semana, que para algunos es de fiesta y para otros de desesperanza...
ResponderEliminarQué bien lo cuentas, Miguelángel. Me parece haber viajado en ese autobús con la Juliana. Si hasta tengo purpurina en el pelo...
Un abrazo.
Me gusta Juliana, porque hace reir, sonrerir o ruboriza a los más tiesos y estirados. Tienen razón todos los que dicen que con pocas palabras consigues que nos enamoremos del personaje. Empleas una fluidez sencilla adornada con purpurina, o con algunas flores en otros casos, pero siempre con un acierto manifiesto.
ResponderEliminarMe gusta Juliana. Dime dónde vive para que no se sienta sola ... ;)
Un besote muy fuerte.
El nombre propio "Juliana" (muy bien elegido) y que limmpia escaleras ya nos da todo un esbozo del personaje. Una mujer como ella no puede estar sola, no sabe. Los fines de semana son todo un calvario para muchas personas que viven solas y cuyo trabajo es su vida. Muy bien narrado. Un abrazo.
ResponderEliminarEs micro doloroso y triste, no dices y lo dices todo. Es curioso: a veces queremos estar solos pero, cuando lo estamos, los fines de semana duelen.
ResponderEliminarBueno, lo primero es disculparme por el tiempo que hace qque no paso por tu casa.
ResponderEliminarLo segundo es decirte que me gusta mucho el ambiente que creas, los personajes, las situaciones, los sentimientos...todo muy bien mezclado, sin edulcorar, pero bien escrito.
Lo tercero, ya te lo imaginas.
¿O no?
:)
Conozco alguna persona así, para la que el trabajo es una liberación. Eso, o la compañía, o ambas cosas. Luego llega el finde..., y como tu dejas abierto el final, he pensado que Juliana no espera muchas alegrías en el hogar.
ResponderEliminarMe gustó tu personaje, y tu relato claro.
Saludos.
Excelente micro, Don Miguelángel. Por la calidad con que logras crear el ambiente que lo hace verosímil, por la facilidad con que -en pocos trazos- nos dibujas el personaje de La Juliana, por el final que nos regalas para que completemos la historia.
ResponderEliminarUn abrazo,
¡Qué bien dibujada la Juliana! y ¡qué triste que dando tantas alegrías no tenga quien se las dé a ella!
ResponderEliminarSaludos
Mejor este que el de TMB, por lo del viernes, que aclara más la historia de la soledad.
ResponderEliminarFantástico lo de la purpurina. Ya que limpia, que el polvo sea brillante.
Un abrazo.
LA esencia de LA Juliana perfilada en pocas palabras, por cierto, qué bueno el nombre y qué bueno lo de "LA Juliana"!! creo que da más fuerza al carácter del personaje. Además, retratas una circunstancia que es mal de muchas personas, el miedo a sentirse solo y a no encontrar en uno mismo la compañía suficiente para disfrutar de los pensamientos, la música, la lectura o lo que se tercie, pero en solitario....
ResponderEliminarUn abrazo
Don Flores, no hay mayor tesoro que toparse con la alegría personificada. Alegra saber que hay gente dispuesta a provocar una sonrisa cuando por dentro se están muriendo de pena.
ResponderEliminarExcelente tu Juliana.
Un abrazo, Don.
Buen micro, con el título integrado en el cuerpo del mismo; y empleando el lenguaje de manera sencilla y certera. Felicidades Miguelángel.
ResponderEliminarBuen punto de vista el que has escogido, y describes perfectamente a miles de Julianas, que sólo temen a la soledad, porque la conocen.
ResponderEliminarGracias Miguel Ángel. Un abrazo
Otro de esos personajes tuyos. Un loco revuelto de esos que pueblan la ciudad y nos hace sentir vivos... genial, señor Flores.
ResponderEliminarMe pregunto que le pasará a la juliana los fines de semana...
Un abrazo.
Que tonto, siempre se me olvida volver a leer el título cuando acabo el micro!
EliminarPuede que a la Juliana no le gusten los fines de semana, que se sienta sola. Puede que la Juliana no limpie escaleras, y que ella se dedique a otras cosas. puede que los viernes la pesadumbre de la vida nos arrastre y nos haga ver ese abismo de la rutina.
ResponderEliminarPueden tantas cosas, que todas son posibles. Miguel Angel eres un maestro, un especialista de las pequeñas cosas, de las cosas sencillas, de las cosas que pasan como el viento, como las nubes, como las hojas del calendario.
Espero verte el miércoles, y trae a Juliana.
un abrazo
Es que el autobús los fines de semana no es el mismo sin la Juliana tampoco. Ni la gente que lo habita, no hay el mismo empeño en soñar, y eso a la Juliana le pesa cada viernes.
ResponderEliminarUn relato mágico, como el zapato maceta.
Abrazos
¿Qué pasará ese viernes que la Juliana, alegría del autobús, ya no es la misma? Me gustó mucho que dejaras esa incógnita para que cada uno ponga su granito de imaginación.
ResponderEliminarTriple de abrazos.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarTodos somos un poco Juliana, los viernes.
ResponderEliminarMe gusta tu Juliana, conozco alguna así. Y los viernes ya no son la misma, el fin de semana es muy largo en soledad, incluso acompañada. Me encanta como retratas a tus personajes.
ResponderEliminarBesitos
Muy dramático. Hay mucha gente que sin su trabajo estaría muy sola...
ResponderEliminarAunque quizá halla algo más: que cada lector lo complete.
Abrazos!
Muy bien planteada una realidad tan cruda, excelente micro.
ResponderEliminarMicro positivo a tope pero con un final agrio y abierto a interpretaciones.
ResponderEliminarMe gustó mucho.
Un abrazo.
Podemos imaginar varias causas del cambio que se produce en Juliana, pero no sé si importa demasiado el motivo cierto, lo que está claro es que no podemos dejar de conmovernos con esa oscuridad que cae en su vida los viernes a la vuelta, y que tan bien relatas.
ResponderEliminarUn abrazo.
HD
Muchas Julianas viajan en bus, metro, trenes... su vida está en la calle con las gentes y no encerrada en sus cuatro paredes mustia por la soledad.
ResponderEliminarMuy bien relatado y muy visual, como me gusta.
Saludoss y espero que tus viernes no sean como los de Juliana.
Miguel Angel, como me encanta la Juliana de lunes a jueves.
ResponderEliminarQuería decir como me gusta o me encanta y me lié...
EliminarGracias a todas y todos por vuestros comentarios. Perdonad que haga un agradecimiento colectivo, voy atrasadísimo en ello. Me alegro del efecto que os ha hecho la Juliana. A mí también me gusta, me gustó y me gustaría encontrarmela cada mañana.
ResponderEliminarOs pido perdón de nuevo a tos y toas, con lo que a mí me gusta poner café, y unas pastitas y eso...
Abrazos (de los largos, para compensar).