De luz
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Foto casera |
A mi madre le encantan las rancheras; y a mi padre, los boleros de Machín. Me gusta imaginarlos de jóvenes, como en una película antigua. Ella, rodeada de mariachis; él, con maracas en las manos. Cantando y hablando de amores para siempre. A veces, me emociono y me pongo a cantar con ellos cualquier cosa que se me ocurra. Lo hago a viva voz pero por dentro. No se me oye. Quien me mira sólo nota que sonrío y que los ojos me brillan. Entonces, me siento dichosa y vuelvo a ser niña. Pequeña. Pequeñita y alegre. Un bichito de luz sobre una pantalla en blanco y negro.
Para tí. Te lo debo. Felicidades. Ahora sí.
Miguel Ángel, no se para quién va dedicado este texto, pero es una preciosidad que transmite unos sentimientos vivos, almibarados, sin abalorios, el corazón entero encima de la mesa.
ResponderEliminarA mi también me gustan los boleros,este micro suena, suena dulce como los algodones de feria, como la mermelada de frambuesas, como la sonrisa de un niño.
Un abrazo.
Me encantan el tono intimista de tu texto, las sensaciones que trasmite al abrir la puerta de par en par a la emoción.
ResponderEliminarUn abrazo
Me gusta esta frase: Quien me mira sólo ve que sonrío y los ojos me brillan. La evocación, el brillo del recuerdo y lo que ya te han dicho, la emotividad del texto, son un buen regalo para la destinataria.
ResponderEliminarAbrazos.
Me encantan los micros que transmiten "cosillas" que guardamos por dentro, los sentimientos, la intimidad del momento - como te decía Paloma - o la emotividad - de Susana -.
ResponderEliminarEse bichito de luz que habla, es encantador.
Un abrazo.
Bonito recuerdo, le pone a uno a recordar...
ResponderEliminarEstoy llorando, de alegria y de emoción y también de tristeza -es inevitable-.
ResponderEliminarEl texto es PRECIOSO
Lo de "cantar a viva voz pero por dentro", ha quedado muy sutil
Un gran regalo de cumpleños, porque es para mi, pero además mucha gente lo va a disfrutar tambien.
Gracias
Anònima
Qué bonito regalo.
ResponderEliminarPues a mi me encanta la primera frase, me mete de lleno en este texto tan cargado (de sensaciones). Luego mantienes el ritmo y vas dando donde duele, en el corazoncito de niño que todos guardamos dentro del otro (el de adulto) a menudo más frío y seco.
ResponderEliminarSin embargo, he de reconocer mi incapacidad... No he entendido la última frase. ¿Podría alguien ilustrarme?
Ay Miguelángel,
ResponderEliminarMe sigues sobrecogiendo cada vez que leo tu última entrada.
Muy personal y muy directo. Breve y emotiva imagen. Sin más. ¿Para qué andarse con artificios cuando hablamos de lo que verdad importa?
Creo, por lo que he leído, que has acertado de pleno.
By the way, muchas gracias por estar ahí, en mi mar revuelto.
Creo que ya lo se. No estaba yo muy centrado hoy...
ResponderEliminarPrecioso texto... Cómo no te van a entrar ganas de cantar si eres fruto de esa música.
ResponderEliminarAbrazos y maracas
Precioso, un homenaje lleno de guiños que emocionan y recuerdan momentos felices, esos que nos siguen manteniendo vivos. Abrazos.
ResponderEliminarJesús, Xavier, si tu comentario casi es más hermoso que mi relato!! Gracias, company, por tus palabras.
ResponderEliminarMe alegro, Paloma, que hayas visto emoción reflejada. Y que valores el tono que intenté plasmar. Me deja satisfecho. Gracias, Guapa (sé que lo eres, todo el mundo ya lo ha visto)
Sí, Susana, creo que le ha gustado a la homenajeada. Gracias por tu valoración.
Un abrazo a los tres (pero no uno para todos, no, uno para cada uno!!)
Laura, sí que es encantador-a, arisca, pero encantadora. Supongo que el tono intimista lo plasmas porque tú en ese momento está igual, como blandito por dentro.
ResponderEliminarBienvenido, Juanlu, artista, un placer verte por aquí. Aprovecho: me encantan tus dibujos.
Delia, gracias. No sabes cómo me gusta verte por aquí.
Gracias a los tres. Tres abrazos.
Que me pasaba..., claro como eres Anónima...
ResponderEliminarCuando te leía te estaba viendo. Y casi te hago compañía. Me alegro que te haya gustado mi regalo, estaba entre esto y una plancha a vapor, y mira, al final...
Un abrazo como un lazo con un beso más grande que tú.
PD. Lo de cantar por dentro no ha sido intencionado. Además, en un relato uno puede cantar como los angeles, o como Rocío Jurado si se quiere.
Fernando, otro artista del dibujo, es que la elecciones trastocan a cualquiera, y más las de ayer. Es cierto, juego sucio sacando al niño que todo lector tiene dentro, para que sea él el que lea lo que escribo. A fin de cuentas, a un niño se le conforma antes.
ResponderEliminarXesc, me alegra que valores el estilo directo. Claro, para qué dar vueltas buscando lo que llevamos dentro. Gracias a ti por invitarme a naufragar, company tercer.
Jo, que lindo lo que dices, Niñocactus. Supongo que a Anónima le habrá llegado al alma.
Bienvenida, Maite. Me gustó mucho tu blog. Ciertamente, los recuerdos hermosos te ayudan a vivir y sobrellevar los malos.
Abrazos a porrillo (con el PP, no sé si esto estará bien visto).
MiguelÁngel, preciosa dedicatoria, sin duda alguna. El fruto de los boleros de Machin, debe ser una niña hermosa, estoy seguro.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho la ternura y nostalgia que destila tu relato.
Un diez Don Flores.
Te habia hecho yo un comentario muy bonito y alegre, diciendote varias cosas todas buenas, pero algo fue mal en el sistema , asi que abreviando te diré que me encantó la música de la historia, y que eres muy bueno.
ResponderEliminarBeso luminoso, maestro.
Antonia
Don Jarque, viniendo ese sobresaliente de un maestro como usted, me sabe, no a diez, me sabe a matrícula de honor, y con viaje pagado a Mallorca.
ResponderEliminarY sí, sí es hermosa.
Muchas gracias, Don Nico.
Gracias, Antonia. Que palabras más hermosas me dedicas, aunque me confundes, el maestro es el de arriba. Yo soy un aprendiz de por vida. Pero disfruto...
Internet se empeña en que no nos amemos. Pero yo te quiero a sus espaldas, Antonia.
Un texto lleno de amor y ternura, Miguelángel.
ResponderEliminarUn abrazo.
Bellísimas estas palabras envueltas para regalo. Muy emotivas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me siento muy complacida y orgullosa de todos los comentarios de los blogueros/as, los añado a mi regalo.
ResponderEliminarMuchas Gracias
Anònima
Gracias, MJ. Se te echaba de menos por aquí.
ResponderEliminarLaura, creo, a juzgar por el comentario de debajo tuyo, que el regalo no ha habido que cambiarlo.
Gracias, por venir (perezco Lina Morgan).
Anónima, me alegro que haya sido de tu agrado, de verte complacida y de tanto comentario que ha generado mi regalo. Perdón, tu regalo, que ahora es tuyo.
ResponderEliminarUn besazo, Anonimilla.
Pd. Así, rompo el tiquet, ya no creo que pienses cambiarlo. Además, que te queda pintado.
Me hiciste recordar a mi hijo, que de niño cantaba los boleros que yo escuchaba y ahora adulto, escucha uno... lo canta y me dice...Mamá se acuerda?
ResponderEliminarSOn bellos los boleros, te imaginé con esa carita ,como mi hijo cuando cantaba.
Me ha gustado tu relato, gracias por compartirlo.
Besitos de Arte.
ArteDeAmar, bienvenida. Es un gustazo que te haya traído a tu hijo cuando era pequeñito. Los boleros tienen eso, te bajan recuerdos que guardamos arriba, en los desvanes. Un abrazo.
ResponderEliminarPrecioso sin más........
ResponderEliminarGracias, anónimo.
ResponderEliminarTengo otros dos amigos que se llaman igual.