Del patio al cielo
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Foto propia |
Cuando mamá me grita desde dentro que me asome por la ventana de la galería, tengo que hacerlo aunque esté jugando. Yo miro que el señor Andreu siga sentado en su silla de ruedas y se acabó. Sólo tengo que avisarla si no está, pero siempre está. Si alguien no lo mueve, él no puede hacer otra cosa, y está. El señor Andreu es un vecino que siempre me pregunta mi nombre. Mi madre dice que es porque se le olvida. A veces se le olvida hasta cinco veces seguidas.
Pero ahora ya nunca está. Dice mamá que se ha ido al cielo. Y que no piense más en ello. Pero yo sigo pensando cuando no me ve. Hoy he mirado y la silla sí que está, pero plegada. Yo nunca lo vi de pie, pero a lo mejor es que al cielo sólo se va andando.
Uno de los relatos que presenté este verano a un concurso en el que las historias debían transcurrir en un patio de manzana, en un patio de vecinos.
¡Jaja! '...Pero yo sigo pensando cuando no me ve' Es genial esa frase. Bueno, en realidad lo es todo el micro. Me encanta la ingenuidad de ese niño. Es para comérselo.
ResponderEliminarBuenísimo, Miguelángel.
Un abrazo.
Precioso relato, Miguel Ángel. Me encantó lo de que "a lo mejor al cielo sólo se va andando" y esa voz ingenua e infantil del micro.
ResponderEliminarUn abrazo.
Miguel Ángel, este micro es tuyo de pies a cabeza. esa calidez, esa voz ingenua de niño, ese parece qeu no digo nada, pero la explosión nos deja sordos.
ResponderEliminarLos patios de manzana son un microcosmos, un mundo dentro del mundo. Y ese final es galáctico.
Hoy he leído muchos micros que tienen como tema la muerte..., la vida, la muerte, dos caras de una misma moneda.
un abrazo amigo...pronto repetiremos cerveza.
El mundo infantil, que aún cree en cielo e infierno, muy bien retratado.
ResponderEliminarAbrazos adultos.
Me ha encantado Miguel Angel, es tierno y cálido. La voz de los niños siempre nos hace ver las cosas de otra manera, menos terribles, más llevaderas. Un saludo.
ResponderEliminar¡Qué bueno el final Miguel Angel! : al cielo sólo puede irse andando. Me encantan las voces de los niños en las historias. Utilizarlas para transmitir la dureza de la vida a través de unos ojos inocentes.
ResponderEliminarMe ha gustado un montón. ¿Por qué en los blogs no puede ponerse algo como 'mis favoritos', para las entradas que más gustan?. Aaah, debe ser eso del +1 de google, ¿no?. ;-)
Un abrazo Miguel Angel.
Miguel Angel, el tono es impecable, ese niño habla y piensa como un niño desde la inocencia y su curiosidad. Lo de seguir pensando cuando la mamá no le ve me ha levantado una sonrisa.
ResponderEliminarUn abrazo
Hay un montón de detalles que me encantan: cómo se olvida" hasta cinco veces seguidas", la silla plegada (ahí la sensación de ausencia la bordas)... La primera frase en cambio no me resulta clara. Entiendo por tu comentario al pie que es un patio interior y la madre grita desde él, pero a mí en crudo me ha costado. No veo el porqué de las posiciones de los personajes. Te lo comento por si te sirve, aunque igual soy yo con mi bruma madrugadora ya que nadie más te lo ha dicho. El conjunto es fenomenal, cada vez que entro me gusta más.
ResponderEliminarBesos matutinos
Hola Miguelángel,
ResponderEliminarEs de esos micros que si no viene firmado,apostaría ciegamente que tiene tu sello. Y no me equivoco.
Muy evocadora la secuencia de imágenes que se suceden en ese patio a lo largo del tiempo de juego. Está, ya no está. Recuerdos, olvido. Juegos,muerte.
Me gustó como a Sara tu broche inocente final, ese pensamiento de, bien, tampoco debe ser tan horrible, si no caminaba nunca y para ir al cielo va y se levanta, pues bien hecho ¿no?
De todas formas, y al hilo del comentario de Susana, en una segunda lectura me sigue pasando lo mismo en el principio. No me ubico o no ubico a los personajes. Excepcional.
Nos espera otra cerveza pronto ¿no?
Hola Miguelángel. Me quedaré una temporada por tus eternidades.
ResponderEliminarCreo que consigues un acertado tono infantil que justifica el excesivo uso de "está". También se muestra muy bien la ingenuidad. Y no es fácil. Tengo mis dudas sobre el uso correcto de "por que". Nos leemos.
Joder Tío!!!
ResponderEliminarPerdona el inicio. Me das envidia. Yo quisiera tener esa sensibilidad, pero carezco de ella y jamás la tendré.
Felicidades por este nuevo pedazo de realidad conmovedora y gracias por compartirlo.
Un saludo.
PD. Te he contestado en Mi blog. Dime que palabras te sobran en mi texto, company.
Una frase parecida ya la usé en otro relato que circula por ahí. Son de esas ideas que te sabe mal agotar de una sola vez.
ResponderEliminarGracias, MJ.
Gracias, Sara. Supongo que cuando pillas la voz del niño, es dejarte llevar por ella. En el fondo un escribir es actuar.
Jo, Xavi, me hace coquillas eso de que reconozcas mi autoría.
Sí, Xavi, la vida está llena de las dos cosas, de vida y de muerte.
Que pongan las cervezas a enfriar que vamos.
Lola, gracias por tu valoración. Que tú digas un buen retrato, precisamente tú...
Un montón de abrazos.
Es cierto, Mar, a los ojos de los niños todo es más fácil. Pero también es más duro y cruel en cuanto cambias de perspectiva.
ResponderEliminarGracias, winer.
Laura, fíjate, de eso le decía a Mar, de la crueldad, dicha con voz infantil.
No sé, soy bastante topo en esto de internet y los blogs. Pero si lo adivino te lo digo. Pero, y vas a poner éste mío como favorito?? Jo, Laura.
Muchas gracias, Sigrid. Tú me has levantado el ego, lo voy a tener que llevar cogido con un cordel, como un globo.
Ahora que lo dices, Susana, es cierto. Claro, yo parto de la base de que, cuando lo escribí para el concurso, debía transcurrir en un patio de manzana. Y es una información con la que, quien lo lee fuera del certamen, no tiene por qué contar. Me lo revisaré con calma.
Gracias, por la apreciación. Y me alegro que te haya gustado tanto, Susana.
Abrazos a montones.
Me abrumas, como le he dicho a Xavi, con lo de que se nota que es mío. Y mira que aun no sé si eso es bueno o no, pero me enorgullece como cuando a un padre le dicen que su hijo es igualito a él, aunque sea feo como una alimaña. De lo otro, ya le he dicho a Susana, lo miraré.
ResponderEliminarDe las cervezas, ya he quedado con Xavier que las vayan enfriando.
Sr. Ximens, un honor recibirlo en casa. Pero, pase, pase, no se quede en la puerta y siéntase como en su blog. Gracias mil, por tu opinión, que valoro mucho.
Y sí, es cierto lo del "por qué", yo también dudé. Pero ya está. Ya lo he cambiado. Los porqués no deberían existir, o no tantos.
Por supuesto, nos leemos.
Fernando, la sensibilidad es inherente a la persona, y es individual, única e intransferible (como las tarjetas de crédito). Pero lo que no te da la sensibilidad es la técnica. La técnica se aprende. Y en eso estoy empezando como muchos de nosotros, estoy en párvulos. Y deseando aprender.
Abrazos amontonados.
Me llama la atención a mi también, la expresión infantil e ingenua en la frasesigo pensando cuando no me ve.....por lo demás te lo han dicho todo.
ResponderEliminarMe ha gustado.
Un saludo.
Buenísimo, Miguel Ángel. Una preciosidad de historia, y la forma en que está contado, perfecta.
ResponderEliminarMe lo guardo para mi cuaderno de favoritos.
Un saludo de uno que sigue aquí sentado.
Gracias, Anna, por pasarte y valorar esa frase. Me alegro de que te guste, corazón.
ResponderEliminarUn abrazo.
NiñoCactus, leer que tú, escribiendo como escribes, digas que te guardas algo mío como favorito, me ha hecho meterme un ganchitoito de queso por un ojo.
ResponderEliminarUn abrazo
Don Flores, muy tierno este relato de incomprensión infantil. A veces con esa mirada se descubren hechos que con otras no se puede.
ResponderEliminarMe gusto mucho.
Un abrazo.
PD: Creo que este concurso lo ha ganado Ana Crespo Tudela, a la que te recomiendo si no conoces. En mi blog hay un enlace al suyo "A cuatro letras".
Sí, don Jarque, ya la visité. No recuerdo qué me llevó hasta ella. Un premio merecido.
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