Desde el anterior 29 del 9 no he dejado de repetir eternidades
y de contar pegos, de ambas cosas tengo el almacén del vivir repleto. Sólo me
falta ir escribiéndolos para ir publicando. Ya ves, nada.
Eso sí, tres de ellos (El Juego De La Luz, Gelatina y La Perdonamuertes), están incluidos en
el librito de la foto. Es una recopilación de microrrelatos, presentada ayer en
Barberà del Vallés. Fue en la entrega de premios del I Microconcurs de La Microbiblioteca, y el homenaje a Pere Calders,
en el centenario de su nacimiento. Es una de las publicaciones de las que más
orgulloso estoy de formar parte por lo que representa para el Microrrelatismo esta biblioteca. Además,
en este evento tuve la oportunidad de verme en 3D por primera vez con
algunas de las personas con las que aún no había tenido oportunidad como Mar Horno,
Joaquim Valls, Jordi Masó; y, de nuevo, con las que ya nos tuteamos, Xavi Blanco,
Susana Camps, Xesc, Iván Teruel, Ginés Cutillas, Antonia G. Lago (perdón si me
olvido de alguien). Personas que he ido conociendo durante este año a través de
este mundo. Fue divertido ver a las primeras por fin en movimiento y con sonido.
Ahora miro hacia atrás y me digo, mira palante tontaina, que te
la pegas, pero luego también pienso, hace trescientos sesenta y seis días, no
tenía organización de lo que escribía y, ni tan siquiera, el hábito de escribir
continuado. Sin blog no tenía donde acostar el ánimo cuando el trabajo me lo
deja agotaíto. Ni formaba parte de otra familia que no fuera la propia, mi gran
pilar. Desde hace doce meses, soy un poco menos desgraciado de lo que me ha
tocado vivir.
Hoy quiero agradecer vuestros aportes a que esto sea así. Os
doy las gracias a los que entráis a diario, una vez a la semana, al mes, al
trimestre; a los que comentáis y a los que no; familia, amigos, conocidos, gente
que pasaba por aquí; gente que entró buscando otra cosa y se quedo; gente que
entro buscando esto y se fue a otra cosa. Gracias a los que entraron y se
dijeron pies para qué os quiero y cerraron sin dar un portazo; a los que
pensaron, no sé qué hacer hoy para comer y éste haciéndome perder el tiempo con
sus pegos. A los que se dicen, no es bueno, pero yo tampoco soy crítico
literario; o, es bueno, pero yo tampoco soy crítico literario. En fin, gracias
a aquellos que lean esto. Y a los que no. Chimpún. Que corra la Fanta, y los ganchitos de dos colores.