Imagen tomada de La Micro |
Sintonizaba una emisora de fuera por el gusto de oír hablar en francés, aunque no entendía nada. Y es que ella querría haber nacido en París. Tomar "café olé", decía, en una de esas plazas llenas de pintores con bigote, hacerse fotos junto a la Torre Eiffel, escuchar las campanas de Notre Dame dando las horas. Soñaba con pasear en góndola bajo el Puente de los Suspiros, bajar por las escaleras del Palacio de Sissí Emperatriz. Anhelaba ver de cerca las pirámides de Cleopatra, subir al Empire State de King Kong y Cary Grant.
Ella, que jamás había pisado el extranjero, un día tuvo la oportunidad de visitar el país galo con un programa municipal para jubilados, pero no quiso ni oír hablar de ello. Temía que al final, París no fuera cómo lo tenía en su cabeza.
Relato finalista del mes de noviembre en la III Edición de Concurso de Microrrelatos de La Microbiblioteca. Y lo mejor, junto a otros del Sr. Ximens, Esperanza Temprano y Rubén Gozalo. Lo cual le da un nivelazo a este mío que casi no tenía cuando lo envié.
Hala, ya estoy también en el tercer libro de La Micro. ¿Contento yo?