Imagen de la convocatoria |
Si tú piensas mucho en una cosa, al final pasa. Yo imaginaba una bici como la del Ignacio de la calle nueva. Lo pensaba millones de veces al día. O más. Al levantarme, antes de comer, durante los anuncios de la tele. Y me dormía también con la bicicleta en el cerebro. Él me prestaba la suya algunas tardes, pero sin salirme de su calle. Lo hizo hasta que se fue al cielo y se la dejó.
Me lo contaron cuando su madre vino a casa. El Ignacio se había caído de la azotea, queriendo alcanzar un panal. Pero al cielo no llegó del rebote, como yo vi clarísimo; mamá me lo aclaró de una bofetada, allí delante. De los nervios. Traía la bicicleta para regalármela. Y a mí me pasó algo muy raro, me alegré con pena. Lloré y me preguntaron si no estaba contento, y respondí que sí. Pero si me hubieran preguntado si estaba triste, les habría dicho lo mismo. No sé si me explico. Ahora tengo bici, pero casi no la uso. Y es que si tú deseas algo mucho, mucho, cuando lo tienes ya no lo quieres igual, igual. Y al revés pasa lo mismo.
Este es el relato que ha sido SELECCIONADO en Esta Noche Te Cuento, entre los meses de julio y agosto. El tema era "Bicicletas", en homenaje a la Vuelta Ciclista. Este, como ESCONDIDOS, será publicado que se edita cada año y tiene opción a la Final Anual del concurso.
Pincha AQUÍ, si quieres conocer al resto de Seleccionados y Mencionados.
Pincha AQUÍ, si quieres conocer al resto de Seleccionados y Mencionados.