Foto propia |
A la Joaquina lo que más le gusta de esta vida, y de cualquier
otra, es la sopa. Lo segundo, los
lápices de colores. Los aprieta juntos en una mano, mientras con la otra te
hace cachitos la hoja en blanco que le des. Lo hace para contentarte. Porque
ella preferiría sólo mirar los colores y que te la rompas tú. Lo tercero,
empujar. Pero no empuja con el ánimo de desequilibrar a nadie, lo hace porque
es de naturaleza empujona. Eso dice su madre. La Joaquina tiene diecisiete años
y huele siempre a bebé. Te sonríe sin mirarte y es su lengua desproporcionada
la que le hace cecear las pocas palabras que utiliza, entre las que tiene su
lugar preferente, zopa. Pesa más de noventa quilos, tiene poquito pelo y se
deja querer. Pero si le preguntas si te quiere ella a ti, y no estás avisado, te
empuja y caes seguro. Y eso es que sí.
Esta fue mi propuesta para Creciendo Juntos, en el Segundo Concurso de Microrrelatos sobre Discapacidad. Pinchando podréis leer los micros ganadores y finalistas, y comprobar que el primer premio se lo ha llevado Maria Elejoste de la familia EntC (esa gran cantera de triunfadores). Enhorabuena también desde aquí, María.