Ilustración de Amparo Martínez |
En una semana
nacieron once machos seguidos en el pueblo. Después de tanta guerra, se celebró
con una gran fiesta municipal. Aunque el recién nacido fuera de parentesco muy
lejano, todo el mundo sentía el orgullo de haber aportado un varón a la
causa. Fue un acontecimiento que marcó para siempre la historia, el calendario
y la memoria de la población. Y otorgó, a partir de entonces y como era de
esperar, cierto estatus a las familias de los niños.
Yo, a los veinte
años, me arranqué la infancia, el nombre y todo lo demás, y salí de allí. Cinco
décadas después he vuelto, ya sin vendas para nadie, y he paseado mi calle y
visitado mi casa, sin rencores. Y he vuelto a sentarme a mirar la charca,
aquella en la que jamás pude bañarme junto a los otros diez.
Relato con el que participé en ENTC en la pasada convocatoria dedicada a la Mujer Rural. La ilustración tan acorde y preciosa es de Amparo Martínez (Petra Acero). Y AQUÍ podéis acceder a los SELECCIONADOS y MENCIONADOS de ese ciclo. De nuevo, mi enhorabuena a todos, y al jurado, por su trabajo.