"No paguéis vuestras deudas con nuestra educación" |
Que fue dantesco y vergonzoso hacer uso del derecho de manifestación que
todo ciudadano tiene, en una ciudad tomada por la policía y las fuerzas del
orden como si lo del derecho no fuera cierto.
Que me invadió una dicha y orgullo tontón al comprobar cómo pequeños y
humildes establecimientos habían cerrado sus puertas y habían colgado el cartel
de “Cerrado en apoyo a la Huelga General”. Deberían aprender de ellos esos gigantes
almacenes de corte británico (y no doy más datos).
Y, por último, una pequeña conversación escuchada entre un manifestante y
otro que lo miraba manifestarse.
-No me mire usted y apúntese.
-En mi vida he hecho huelga. Ni mi padre la hizo. Ni mi hijo hará jamás. No ha hecho falta y nos ha ido bien.
-Ya, no me extraña. Llevan en su familia tres generaciones viviendo de los
beneficios conseguidos por los demás.
Luego he seguido manifestándome. Sobre todo, por todos aquellos que no tiene
opción a que les puedan descontar el día de huelga de hoy en la nómina que no
tienen.