sábado, 16 de junio de 2012

MIENTRAS DORMIMOS


Portada del libro
La primera vez me desperté cuando estaba a medio acabar. Y no pude asegurar que fuera cierto, que no hubiera sido un sueño. Quedó ahí y lo olvidé. Noches más tarde, sin vacilación, lo noté  por la fosa izquierda, pero ya en retirada. Me hice el dormido. Y cuando amaneció, seguía despierto pesando en ello. Por la mañana la encontré canturreando mientras preparaba la cafetera. La observé. Me sonrió dándome un beso, y siguió cantando. A partir de ese día me sorprendí  a menudo ojeando impaciente el reloj, deseando que llegara la hora de ir a la cama. Allí nos damos las buenas noches y, aún no me he dormido, cuando comienzo a sentir dilatarse mis aletas. Ahora ya es por las dos fosas al mismo tiempo. No puedo describirlo, llegado un momento, cuando ya me siento totalmente inundado, pierdo la noción de este mundo.
Una semana atrás decidí hablar con ella. Durante todo el día estuve merodeándola, buscando su mirada. Al anochecer, viendo la tele, estando a punto de verbalizarlo, me pidió que esperara al final de la película. Pero, tan agotada iba, que se durmió antes de que llegara el fin. Cuando empezó a respirar profundamente, sin darme cuenta, me vi observando los agujeritos de su nariz. De cerca. Cada vez más de cerca.
Han pasado dos meses de aquella primera vez. Con ella ya no quiero hablar de esto. Hemos llegado al acuerdo, sin pactarlo, de que cada noche seamos uno el que primero se duerma.

Este es el otro micro que envié a La Esfera Cultural, que también fue seleccionado para aparecer en  el libro que publicaron. Pinchando en el libro, que no en el libro, puedes leer al ganador, finalistas y demás seleccionados.


20 comentarios:

  1. La nariz como eje conductor de tu micro produce la sugerente idea de que la nariz de ella, es una pequeña obsesión sensual y erótica que incluso le quita el sueño.

    El libro me llegó la semana pasada, y me encanta abrirlo y veros por ahí, cada uno narrando con su estilo sobre un par de narices que dieron mucho juego.

    Es increíble la cantidad de historias que surgieron con este tema, todas ellas bien diferentes, y tu micro sugerente hasta el final, sin llegar a explicitar todo lo contado.

    Buen fin de semana Miguel Angel!!.
    Un abrazo

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  2. Me gusta esta ficcionalización de la nariz como eje erótico, Miguelángel.

    Me voy pensando en ello. Nunca lo había imaginado así.

    Mis aplausos.

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  3. Lo escatológico contado de forma tan sutil que es poesía. Sólo tú puedes hacerlo. El libro ha quedado genial. Un abrazo.

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    1. Estoy contigo, Laura, creo que el micro sugiere más que explica, cuenta sin decir qué.

      Bueno, yo no lo llamaría exactamente erótico, Pedro. Lo llamaría... no sé, no lo llamaría, no fuera que viniera.

      Jo, Mar, poesía eres tú (de qué me suena esto?). Yo aún no lo tengo, a ver si me llega.

      Tres abrazos bien despiertos.

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  4. Lo recuerdo y recuerdo que me gustó la erótica de la nariz. Creo que le voté y todo. Más que nada por el jamón. Jajaja.

    Abrazos company

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  5. Claro que lo recuerdo y me gustó mucho. Una forma muy sugerente de narrar, con mucho olfato, vaya...

    Besicos

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  6. Una historia que me sugiere varias lecturas. Un placer compartir contigo un libro de narices...

    Besos desde el aire

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    1. Al final voy a pensar que hay algo de erótico en lo que he escrito. No fue mi intención. Lo mismo fue mi subconsciente, que lo tengo un poco cochino.

      Gracias, Cabopá. Lo dicho, sugiere más que cuenta, el qué?, no sé, pero sugiere...

      Ves? sugiere, sugiere todo el rato. Sugiere sin parar el tío. Un gustazo para mí, Rosa, estar entre las tapas de un libro.

      Abrazos recién sacados.

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  7. Supongo que en este micro podemos hacer unas cuantas interpretaciones ¿no? verás, es que no he podido evitar recordar que yo tengo un relato donde unos gusanos se introducen por la nariz, y esa es su forma de invadirnos.
    No sé, también me dice el corazón que ambos amantes se quieren que no han encontrado otra manera que la de amarse desde dentro para afuera. En todo caso, amigo mio, felicidades por tus logros, espero ver muchos más.

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  8. Por la nariz nos entran la mayoría de sensciones y de ahí las transformamos en lo que queramos, recuerdos, sentimientos, sueños..
    Un micro de narices que desprende varias alternativas.
    Saludoss!!

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  9. Lo recuerdo, creo que como ahora me llevaba a pensar en el tema fetichista de la nariz, no sé, por ahí lo interpreto.

    Besitos

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    1. Hola, Angela, bienvenida a los comentarios, que no a mí casa, ya te había visto en la ventana observando... Va por ahí, sí. Quererse, se quieren, comó?, así también.

      Gloria, me gusta tu interpretación. A veces un olor te trae a toda la infacia como una ristra.

      Bueno, fue la nariz el tema, pero podía haber sido un pie, el oído, el higado...

      Abrazos para las tres.

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  10. La nariz como atracción sexual, sensual, erótica... Nunca lo había pensado, y sin embargo en tu relato adquiere un sentido real, verosímil.
    Me ha gustado. Me parece distinto y bien narrado. Consigues una comunicación cercana y misteriosa: como espirales que parecen decir, pero solo insinúan.

    Un besooo, Miguelángel.

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    1. Petra, así es. Insinúa, sugiere. Las parejas establecemos relaciones, códigos, formas de comunicarnos que sólo nosotros entendemos...
      Gracias, Petra. Sigo viéndote en todas partes, qué energia. Me gusta.
      Un abrazo.

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  11. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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    1. Ya he estado. No dudes de que voy a visitarte muy a menudo, ya lo sabes. Tiene pinta combativa. Y de eso estamos faltos. Ya te he enlazado de nuevo a mí.

      Un abrazo como tú sabes, d (perdón, allí te llamé con mayúsculas)

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  12. Pues yo diría que sí, que es tan erótico como intrigante, ese entrar y salir por las fosas del que luego amanece rebosante de telúrica placidez...

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    1. Pues sí, Odys. Además, luego te levantas que respiras lo que te echen.
      Un abrazo.

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  13. A mí me parece un relato de terror. Y muy bueno. Original forma de meterse dentro de otro.

    abrazos de enhorabuena.

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  14. Gracias, Lola. Me alegro que te guste. Si no de terror, al menos inquietante, o eso pretendí.
    Abrazos.

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