— Mamá, ¿por qué
tenemos que venir siempre a repartir sopa?
— Porque es de buen
cristiano compartir y ayudar al pobre, cielo. Y el caldo es sano.
— ¿Por qué son
pobres? ¿Qué han hecho?
— Nada, cielo, es
porque Dios los quiere así.
— A lo mejor los
hace pobres para que podamos venir aquí a hacer de buen cristiano.
— No, cielito, es al
revés. Siempre es al revés. O casi.
— Mamá, ¿ese no es
el guarda que tenía papá en la finca?
— Sí, hijo, pero no
mires, disimula, que nos va a reconocer.
— ¿Por qué lo
despide si luego tenemos que venir a darle de comer?
— Bueno, cielo, son cuestiones
que no entenderías. Y estás muy preguntón. Papá lo pasa mal también, no te
pienses. Pero, o son ellos o nosotros. Aún eres muy pequeño. Cuando crezcas, te
darás cuenta de cómo son las cosas en este mundo. Tú sólo piensa en tener
cuanto más mejor, para poder así ayudar a los demás.
— ¿Y con eso ganaré
el cielo, mami?
— Claro, cariño, solo
así se entra en el reino de los cielos.
Mi participación anual en la PRIMAVERA DE MICRORRELATOS INDIGNADOS 2017, cuyo tema este año es: Las desigualdades económicas y sociales. Convocatoria auspiciada y promovida por Miguel Torija, desde su blog LA COLINA NARANJA.
¡Nos vemos en la alambrada!
He visto a una señora de esas tan bien peinadas y tan enjoyadas, tan cristianas y amigas de milagros, trabajando duramente, sentaditas, recogiendo dinero para los necesitados.
ResponderEliminarQué paz de espíritu y qué poco cuesta a los que más tienen y más podrían dar.
Un beso, Luisa
Sí, Luisa, hay réplicas por todas partes y en todos los acentos.
EliminarGracias, compañera, por pasar.
He conocido tantas escenas como la que describes. Los pobres son necesarios para su salvación, sin duda. Y mientras tanto los españoles duermen. A ver si lo de Ronaldo tira para adelante y estalla de una vez el pueblo.
ResponderEliminarYa, a ver, a ver si cuaja. Pobre, me tiene en un sin vivir. No hay derecho a que nos hagan sufrir de esta manera.
EliminarCon lo bien que iba todo en este país...
Un abrazo, Sr. Ximens
La hipocresía del rico, que está convencido que entregando una limosna de tanto en tanto llegará al cielo, pisoteando a quien haga falta.
ResponderEliminarSi el mundo fuese un poco más equitativo...
Un buen micro, Don.
Así ha sido siempre, Don. Acallando su conciencia creen que ya cumplen. Realmente necesitan de los pobres. Cuando los pobres solo necesitarían dejar de serlo, contra nadie.
EliminarUn abrazazo, Don.
Real, por desgracia.
ResponderEliminarUn abrazo, cielo.
Sí, Yolanda, todos conocemos a alguien que se parece a esta señora, todos.
EliminarUn abrazo, ReCompañera.
Un relato-parabola o quizás un sermón...
ResponderEliminarMi querido Miguelángel, siempre los bordas. Un tema tan conocido para los que ya somos de una "cierta edad" como yo. Y, tan triste porque se repite, en esta sociedad tan injusta que no nos merecemos. Yo, me he ido por el tema de los refugiados tan cerca y tan lejos como lo ven quienes nos hacen parábolas y sermones diarios.
Besicos, amigo
Y tan conocido para los jóvenes, lo que pasa es que ahora se utilizan otras formas, Carmencica. Pero los pudientes siempre buscan limpiar su conciencia, aunque no crean en Dios.
EliminarUn abrazo, murcianica.
Hemos coincidido, casi, en el tema, mi niño. El de la pobreza, la voz del niño, la incomprensión de la situación. Muy real, desgraciadamente.
ResponderEliminarUn abrazo gordo.
Ahora voy a verte, que hasta ahora no he tenido tiempo de leeros.
EliminarUn abrazo enorme, Elena. Ganicas de verte.